Enrique Castillo,Analista político
Autor: Gonzalo Pajares.
gpajares@peru21.com
Mañana se elige la nueva Mesa Directiva del Congreso. Ante el desmadre en las filas del oficialismo –seis de sus congresistas han formado una nueva bancada–, la oposición tendría una oportunidad para presidir el Congreso, pero sus propios errores le impedirían alcanzar este objetivo. En esta charla, Enrique Castillo analiza nuestra siempre candente coyuntura política.
¿Está lista la oposición para presidir el Congreso?
Si esto no sucede –a pesar de los esfuerzos del presidente Humala para que esto pase–, sería un demérito de la oposición. Humala está actuando estos días por capricho, con torpeza, con descuido. Pero también hay torpeza por parte de la oposición. Por ejemplo, el fujimorismo no entiende que abstenerse de integrar la Mesa Directiva que presidiría Javier Bedoya le daría a la oposición la posibilidad de dirigir el Congreso. Así, les dan a Unión Regional y Perú Posible, por citar dos casos, la excusa perfecta para seguir apoyando al nacionalismo y hacerle juego al gobierno. Hoy el Congreso necesita gente que no disperse, que no esté manchada, que no genere anticuerpos… y eso no pasa con el fujimorismo.
Los nacionalistas señalan que, por la gobernabilidad del país, ellos deben seguir dirigiendo el Congreso…
Eso es discutible. Primero, los nombramientos de Ana Jara, Fredy Otárola y el probable ingreso de Víctor Isla al Ministerio de Energía y Minas tiñe de nacionalismo al gabinete, y con personas muy cercanas a la pareja presidencial. En momentos de desaceleración económica y desmembración de su base política, el país no necesita un aislamiento, un radicalismo del gobierno. Al contrario, necesitamos ideas frescas, capacidad para gobernar y manejar la economía. Yo pregunto: ¿eso lo podemos lograr con Ana Jara o Ana María Solórzano, que son del cogollo de la primera dama, o con Perú Posible, que lo único que quiere es salvarle la cabeza a Toledo?
Es decir, si la oposición preside el Congreso, eso hará que el Ejecutivo salga de su letargo…
Así es. Este gobierno no tiene apertura, vocación de concertación. Acá se hace lo que dice la esposa del presidente… Eso lo vemos hasta en TV Perú, donde Heredia empuja a un reportero y le ordena dónde pararse. Hace algún tiempo se me llamó exagerado por afirmar que Humala era un sacolargo, pero hoy es vox pópuli; todos lo dicen… y hasta me quedé corto. Y digo más: este es un gobierno autoritario, donde se hace lo que la pareja presidencial ordena: la ley de las AFP, la Ley Universitaria, las pseudoreformas económicas… que, a propósito, no han traído más orden, sino incomodidad. Por sus hechos, Humala no será recordado como un gran demócrata; no le importan los modales democráticos. ¿Pruebas? La imposición de la candidatura de Solórzano, imposición que él mismo reconoció, o cómo se tumbaron al expremier Villanueva.
Dicen que Jara es una ministra ‘política’, que quizá eso le convenga al gobierno hoy…
Es verdad que esa cualidad la deberían tener más ministros, pero no sé si la debería tener el premier. El Ejecutivo busca que, mientras Castilla siga manejando el gobierno –sobre todo en lo técnico y económico–, Ana Jara tienda algunos puentes con la oposición. Dudo de que Ana Jara pueda cuadrar a Castilla y le diga qué hacer: primero, porque no sabe del tema y, segundo, porque no tiene la autoridad para eso.
¿Mandan Castilla y Nadine?
Sí. En el gobierno, las decisiones no se toman colectivamente. Es más, parece que el gabinete ni siquiera se reúne todas las semanas. Acá no se busca un premier con capacidad de decisión y, cuando alguno de ellos dio muestras de esto –como Lerner y Valdés–, los sacaron. Desde entonces, todos los primeros ministros han sido incondicionales de la pareja presidencial, sus voceros, personas listas para inmolarse. Esta situación da vergüenza ajena.
¿El complot contra García Belaunde es una política del gobierno?
No podría afirmar algo así, pero es verdad que hay muchas cuestiones no resueltas y que generan sospechas, por ejemplo, los casos de Alexis Humala, Josué Gutiérrez, Dacia Escalante, López Meneses. ¿Dónde están las investigaciones, las conclusiones, los responsables? Todo ha quedado en el aire. No sé si es una política del gobierno, pero de algunas personas del Ejecutivo sí. Además, para la pareja presidencial son más importantes las lealtades que la moral. Veamos los casos de los ministros Mayorga, Omonte, Urresti, Cornejo… todos con graves acusaciones y todos, según sus testimonios, le comunicaron a Ollanta Humala sus problemas y él les dijo: “No importa, sigan”. Repito, algo está fallando en la moral del gobierno.
¿Qué espera del discurso de Humala este 28 de Julio?
Por lo adelantado por Manuel Pulgar Vidal, el ministro de Ambiente, muy poco. Según él, el mensaje será de esperanza, pero eso es ingenuo, porque el país necesita medidas concretas para solucionar nuestros dos problemas principales: la seguridad ciudadana y la desaceleración económica.
AUTOFICHA
- “A Humala se le eligió porque era antidictatorial, un reformador y porque impondría el orden y la seguridad. Hoy no tenemos nada de eso, y campea el desorden”.
- “Todo el show que arma Urresti solo le servirá a él, en el 2016. Más importante que capturar al asesino es evitar que maten a la gente”.
- “Resulta que Alan García no es doctor. La población se ha sentido burlada, porque aún nuestra moral no es laxa. Pero es verdad que estamos tocando fondo”.
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