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CADE 2014

Si queremos que un cambio político funcione, debe existir legitimidad, asegura el ex diputado Enrique Ghersi.

-Me retracto sobre mis críticas a Segura. Si bien sigo creyendo que CADE era el sitio perfecto para estas reducciones impositivas (que debió hacerlas su antecesor Castilla hace rato), aplaudo su decisión: mientras Venezuela y Chile suben impuestos en pleno desaceleramiento y ahogan sus economías (Vitocho patinó feo al elogiar a Chile), Perú los baja para descongelar demanda. Si bien fue algo tímido (debió bajar ya a 25% el IR de tercera y a 5% los IR de cuarta y quinta en ese tramo), el camino es el correcto. Ollanta bajando impuestos… Digno de aplauso.

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Hace tres años, Chile instauró el voto voluntario. En su momento, la derecha tradicional (UDI) se opuso, pero se generó un mayoritario consenso en el resto de fuerzas a favor de su implementación. Dos elecciones después (una municipal y una presidencial), se debate el retorno del voto obligatorio, ya que la participación electoral cayó al 50% y las autoridades elegidas sienten la pérdida de legitimidad. ¿Qué convendría en el caso peruano?

Ser un país del Primer Mundo es un objetivo nacional y es necesario cumplir una hoja de ruta con políticas de Estado y no solo políticas de gobierno.

A veces parece que el Perú se nos cae a pedazos de nuevo y estamos como antes. No es tanto así. Lo que pasa es que se hace difícil digerir tantas cosas a la vez sin atragantarse.

Fue un CADE interesante, desde la impecable organización hasta las exposiciones. Todos los temas fueron relevantes (corrupción, educación, violencia, tramitología, infraestructura), los dos invitados extranjeros de primera, Saavedra cortó orejas y rabo (a diferencia de Segura y Ghezzi) y Urresti asustó con su elocuente fascismo de cocina (preocupó que un 40% del público le aplaudiese constantemente frente a la reprobación del resto).

Me sabe mal el apuro del ministro Segura y CADE por llegar al “Primer Mundo”. Cumplir con los indicadores impuestos por la OCDE tiene poco impacto en el ciudadano de a pie. Es un ‘upgrade’ artificial, conveniente para que nuestros tecnócratas consigan chamba post-gestión y ejecutivos alardeen en su próximo viaje de negocios mientras la mayoría de peruanos siguen envueltos en la informalidad. Ese es un desarrollo falaz (impostado, elitista) que no debería ser motivación. Podemos ser un mejor país, aunque nos mantengamos fuera de la OCDE. Nos hemos equivocado de prioridades: no importa clasificar a ese club exclusivo de 34 países si no solucionamos primero una mínima redistribución social, disminuimos la informalidad laboral a –al menos– un tercio de la PEA, progresamos en el enraizamiento del Estado en el territorio y mejoramos la representación política. Lidiar con esos campos no nos va a clasificar al jet set, pero mejorará los niveles de satisfacción de la ciudadanía. ¿Es realmente conveniente apresurarnos por llegar a la OCDE? Si lo hacemos, renunciamos definitivamente a la ayuda de la cooperación internacional y asumimos el pago de una cuota de 7 millones de dólares anuales por la membresía. Como no somos capaces de aplicar las reformas requeridas, vamos a tener que maquillar nuestra realidad y barrer debajo de la alfombra. No veo provecho sustancioso. Chile lleva cuatro años en el grupo y todavía no se acostumbra ni mucho menos explota sus beneficios. Además, generaremos una gran disonancia al interior de nuestra sociedad, ya fragmentada. Los optimismos infundados son contraproducentes. ¿O es que acaso no se ha percatado de que el “perro del hortelano” del Perú Avanza votó por el candidato más radical en el 2011?

“Hace unos años hablábamos de crisis energética y hoy tenemos 8,200 megavatios (MW) de capacidad con una reserva de 30% y tenemos proyectos por la totalidad de la demanda actual”, aseguró Rosa María Flores-Aráoz, gerenta general adjunta de la empresa Kallpa Generación. Con ello también dejó en claro que el desarrollo del país no sufrirá de cortes de energía ni tendrá desfases.

El último chamullo de nuestro empresariado criollo es que vamos rumbo al “Primer Mundo”. Según contaron en el reciente CADE, en solo unos años este país de ricas montañas y hermosas tierras entrará al exclusivo club de la OCDE, al que solo dos países latinoamericanos pertenecen (México y Chile). Quizás ellos pecan de optimistas (y yo de pesimista), así que le propongo a usted, estimado lector, el siguiente ejercicio: vea en la calle, por ambos lados, a ver si ve al Primer Mundo asomar. Otorguemos el beneficio de la duda. Entrar a la OCDE es factible, pero ello supone un proceso de reformas económicas e institucionales improbables en Perú. En México y Chile –honestamente, no creo que representen el “Primer Mundo”– hubo cambios estructurales a nivel educativo, tributario, sectoriales, que precariamente han subsistido –o están en proceso– gracias al soporte del PRI y de la Nueva Mayoría, respectivamente. Y ya hemos visto cómo el reformismo de Peña Nieto ha entrado en crisis y las graves inconsistencias políticas al interior de la coalición que sostiene a Bachelet se tambalean. Las reformas no se hacen solo con tecnocracias, sino con una estructura política que está ausente en el Perú. Además, la informalidad, el subempleo, la corrupción, la inseguridad, los poderes ilegales, la crisis de representación política y un largo etcétera hacen que el discursete empresarial suene a broma de mal gusto. Hasta diría que ofensivo entre sus mismos empleados que reciben sueldos subdesarrollados, no están en planillas ni tienen los seguros respectivos. Las cifras nos pueden ubicar entre determinados parámetros, pero no nos hacen un país ‘desarrollado’. Es más, creo que serlo no debería quitarnos el sueño. De esto mi columna mañana.

director@peru21.com

“Para los empresarios, el Perú podría ser un país desarrollado en 15 años”, reseña El Comercio sobre una encuesta de Ipsos realizada entre los ejecutivos asistentes a la última CADE 2014, que, bajo el lema “Hagamos del Perú un país del Primer Mundo”, culminó esta semana. No deja de ser interesante analizar el optimismo empresarial cuando se compara, en esa misma encuesta, la valoración que los hombres de negocios tienen sobre los ejes centrales de lo que en cualquier foro especializado serían los fundamentos del desarrollo.

Solo el 52% de los empresarios considera que el Perú está progresando, reveló una encuesta realizada por Ipsos Perú entre los asistentes a CADE.

A pesar de que, como afirman algunos, se revierte la desaceleración de la economía, el ministro del sector, Alonso Segura, manifestó que se crecería menos de 3% en el cuarto trimestre del año.

El ministro de Educación, Jaime Saavedra, instó a los empresarios a apoyar la recuperación de la infraestructura educativa a través de las obras por impuestos para mejorar la calidad de la enseñanza.

El Perú necesita un shock facilitador de inversiones entre 2014 y 2021, porque el avance económico del país exige ir más rápido, manifestó el Banco Mundial.

Durante la mesa de diálogo sobre corrupción en la que participaron Fuad Khoury, contralor de la República, el ex procurador José Ugaz y Jorge Medina, como parte de la presente edición de CADE, Khoury indicó que actualmente estamos viviendo en una cultura de corrupción y que debemos transitar de a pocos hacia la honestidad e integridad.

El presidente del Banco Central de Reserva (BCR), Julio Velarde, indicó este jueves que la actual caída de la moneda local frente al dólar se debe a presiones en el mercado a futuro y sería “básicamente especulativa”.

Daniel Urresti presentó su muñeco para inculcar valores a los niños

Tras robarse el show durante su presentación en la CADE 2014, el ministro del Interior, Daniel Urresti, presentó su muñeco con el que un grupo de agentes de la Policía Nacional inculcan valores a los niños en los colegios del país.

El ministro del Interior, Daniel Urresti, se robó el show en su presentación en la CADE 2014, donde explicó la política de su sector para reducir los altos índices de delincuencia que agobian al Perú.

El presidente del Banco Central de Reserva (BCR), Julio Velarde, aseguró que su decisión de dejar sin efecto el incremento de su sueldo ordenado por el directorio de la entidad monetaria fue personal para evitar discusiones y no por las presiones.

Pablo de la Flor,Presidente de CADE Autor: GONZALO PAJARES gpajares@peru21.com