Fernanda Lora no estuvo en la habitación contigua al lugar donde se produjo el homicidio de la empresaria María Castillo, sino que presenció el crimen que perpetró Marco Arenas desde las escaleras de la residencia.
Un audio demostraría la mala relación que tenía el parricida Marco Arenas Castillo (22) con su madre adoptiva, la empresaria María Rosa Castillo, con quien discutía por defender a su expareja, Fernanda Lora Paz (18).
Un video demostraría la mala relación que tenía el parricida Marco Arenas Castillo (22) con su madre adoptiva, la empresaria María Rosa Castillo, con quien discutía por defender a su expareja, Fernanda Lora Paz (18).
“Hoy volvió mi tío, abogado, y me dijo que los dos debemos llegar a un acuerdo para decir lo mismo y que tú, mi amor, no estés donde estás”.
“Hoy volvió mi tío, abogado, y me dijo que los dos debemos llegar a un acuerdo para decir lo mismo y que tú, mi amor, no estés donde estás”.
Desde la cárcel, Fernanda Lora Paz (18) insistió en su inocencia. A través de una carta dirigida a su bisabuela, la muchacha contó que la relación que llevaba con Marcos Arenas Castillo (22) –quien asesinó a su madre– fue “muy obsesiva”.
Desde la cárcel, Fernanda Lora Paz (18) insistió en su inocencia. A través de una carta dirigida a su bisabuela, la muchacha contó que la relación que llevaba con Marcos Arenas Castillo (22) –quien asesinó a su madre– fue “muy obsesiva”.
“Se enamoró de la persona equivocada. Lamentablemente, se vio envuelta en una situación en la cual no debió participar”.
“Se enamoró de la persona equivocada. Lamentablemente, se vio envuelta en una situación en la cual no debió participar”.
Cada detalle resulta ser más escabroso. El parricida confeso Marco Arenas Castillo y su enamorada, Fernanda Lora, asistieron a sus clases de baile en un local de La Molina luego de asesinar a la empresaria María Rosa Castillo.
Por temor a que atente contra su vida, agentes del INPE vigilan las 24 horas del día al parricida Marco Arenas Castillo, quien se encuentra recluido en el penal Piedras Gordas II de Ancón tras asesinar a su madre, la empresaria María Rosa Castillo.
Si salía todo bien, Marco Arenas Castillo planeaba matar a su padre, luego de asesinar a su madre, la empresaria María Castillo Gonzales, con el fin de quedarse con todos los bienes de la familia. Así lo declaró su enamorada Fernanda Lora Paz, tal como se consigna en el auto apertorio de instrucción del juez de turno permanente de Lima, Simeón Campos.
La necropsia practicada al cadáver de María Rosa Castillo Gonzales reveló ayer un acto aún más cruel en este sonado caso. Se determinó que la causa de la muerte de la empresaria fue “carbonización del 85% de la superficie corporal por acción de fuego directo”. Es decir, su hijo y la enamorada de este la quemaron cuando aún estaba viva.
Marco Arenas Castillo, confeso autor del delito de parricidio en agravio de su madre, María Rosa Castillo Gonzales, fue trasladado desde la carceleta del Poder Judicial al penal de Ancón I, conocido como Piedras Gordas, para afrontar desde allí el respectivo juicio.
La necropsia de ley que se le practicó al cuerpo de la empresaria María Castillo Gonzales de Arenas reveló que aún estaba viva cuando su hijo adoptivo, Marco Gabriel Arenas Castillo (22), le prendió fuego tras estrangularle en su domicilio de La Molina para tratar de desaparecer el cuerpo.
“En un momento de cólera, aproveché que estaba sentada sobre el filo de su cama, me acerqué, la abracé, le di un beso y le presioné el cuello durante dos minutos hasta dejarla sin aire”.
Marco Gabriel Arenas Castillo (22) contó a la Policía, con total sangre fría, cómo el último martes 5 estranguló y luego quemó el cuerpo de su madre, la empresaria María Rosa Castillo Gonzales.
En su declaración ante los agentes encargados de investigar el homicidio de la empresaria María Rosa Castillo Gonzales, la sindicada como cómplice del crimen, Fernanda Lora Paz (18), sostuvo que en todo momento actuó bajo amenazas del asesino confeso e hijo de la víctima, Marco Gabriel Arenas Castillo (22), quien además es su pareja.
Marco Gabriel Arenas Castillo (22) terminó confesando que fue él quien mató a su madre adoptiva, la empresaria María Rosa Castillo Gonzales, quien misteriosamente desapareció el último martes y que fue hallada calcinada en Cieneguilla un día después.