El motivo de la pelea que separó a los premios Nobel de Literatura latinoamericanos Gabriel García Márquez y Mario Vargas Llosa se irá a la tumba con ellos, dijo el jueves el escritor peruano.
La discordia se remonta al año 1976 durante un encuentro de escritores en México, cuando Vargas Llosa le propinó un certero puñetazo al colombiano, dejándole el ojo izquierdo morado y terminando una amistad de una década.
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El motivo de la disputa ha sido un enigma para la prensa y hasta para los biógrafos de ambos ganadores del premio Nobel y el jueves Vargas Llosa dijo en Venezuela —donde ambos se conocieron— que se llevará el secreto a la tumba.
“Es un pacto entre García Márquez y yo. Él lo respetó hasta su muerte y yo haré lo mismo”, dijo Vargas Llosa ante la avispada pregunta que esperaba una pista al misterio tras la muerte, la semana pasada, del colombiano que revolucionó las letras.
“Vamos a dejar a nuestros biógrafos, si los merecemos, que investiguen la cuestión”, agregó el autor de Conversación en la catedral en una conferencia de prensa tras la inauguración de un foro “por la libertad económica” en el que participa en Caracas.
Testigos presenciales han relatado anónimamente, durante años, que García Márquez recibió el golpe de Vargas Llosa por “lo que le hiciste a Patricia” (esposa de nuestro compatriota).
Una de las teorías insinúa que el autor de Cien años de soledad pudo haberle sugerido a Patricia Llosa que se separase de su esposo por una supuesta infidelidad de éste.
Otra más enrevesada asegura que Patricia, para vengarse de su marido, le dio a entender que había tenido una relación con el García Márquez. De aquel choque entre ambos quedó la imagen del fotógrafo Rodrigo Moya donde García Márquez aparece con el ojo izquierdo morado, pero sonriendo.
Antes, en 1971, Vargas Llosa había publicado un análisis de la obra del colombiano titulado: García Márquez: historia de un deicidio.
A pesar de la disputa, Vargas Llosa lamentó la muerte de Gabo, pero recordó que le pasó lo que todo escritor quisiera: “que su obra le sobreviva”.
García Márquez falleció el 17 de abril a los 87 años en su casa de Ciudad de México, donde vivió la mitad de su vida.
El Nobel colombiano también se enemistó con la estadounidense Susan Sontag y el mexicano Octavio Paz luego de que ambos condenaran su “deshonestidad intelectual” por su amistad con el líder cubano Fidel Castro.
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