China y Estados Unidos entraron en un conflicto diplomático porque el buque de guerra estadounidense USS Lassen —escoltado por cazas— navegó dentro de las 12 millas de las islas artificiales que Pekín está construyendo en el archipiélago Spratly y que el país asiático considera aguas territoriales.
Esta es una zona en conflicto reivindicada por varios países, entre ellos, Filipinas (aliado de Estados Unidos), Vietnam, Malasia y Brunei. China reclama la soberanía sobre la totalidad del archipiélago Spratly y desde hace más de un año construye enormes terraplenes, que aceleran la transformación de arrecifes coralinos en construcciones que permitan funcionar como pistas de aterrizaje.
Washington rechaza la reivindicación territorial de China ya que, según las normas internacionales, no se consideran como territorios soberanos a las islas artificiales.
Asimismo, la Marina de Estados Unidos declaró que tiene la intención de mandar a otros buques de guerra a la zona. “Navegaremos en las aguas internacionales cuando y donde lo decidimos”, declaró un portavoz.
Hace una semana, el gobierno de China declaró que no permitirá que ningún país violase el espacio aéreo o marítimo alrededor del arrecife Spratly.
El Pentágono explicó que la misión busca comprobar el grado de compromiso de China con esa aseveración y conocer hasta dónde está dispuesta a ceder el país.
Esta acción fue criticada por las autoridades de China, quienes declararon que la libertad de navegación no debe usarse “como excusa” para hacer una demostración de fuerza y que Estados Unidos “debe abstenerse de decir o llevar a cabo actos provocativos y actuar con responsabilidad para mantener la paz y estabilidad regional”.
Asimismo, solicitaron explicaciones al embajador estadounidense en el país, ante quien protestaron por el hecho y amenazaron con “responder de forma resuelta”.
Si te interesó lo que acabas de leer, recuerda que puedes seguir nuestras últimas publicaciones por Facebook, Twitter y puedes suscribirte aquí a nuestro newsletter.