La dictadura de Augusto Pinochet desarrolló armas químicas como el gas sarín para atacar a Perú en el norte de Chile, ante una eventual invasión, según la declaración judicial de un exmiembro de los servicios secretos.
“En esa época (fines de la década de los 70), Perú tenía una fuerza militar muy poderosa y la idea del (gas) sarín era poder usarlo como arma defensiva en el norte de Chile, área desértica con muy escasa población”, dijo en una declaración judicial el exagente de la Dirección Nacional de Inteligencia (DINA) Michael Townley, a la que tuvo acceso la AFP.
La declaración data de 2006 y fue realizada vía exhorto a Townley en Estados Unidos donde vive bajo el sistema de testigo protegido por el juez Alejandro Madrid, quien investiga el asesinato del químico de la DINA Eugenio Berríos, que desarrolló el gas sarín.
Tras el fin de la dictadura de Pinochet, en 1990, Berríos huyó de Chile y se refugió en Uruguay, donde su cadáver apareció en 1995 en una playa cercana a Montevideo.
La justicia chilena ratificó y aumentó recientemente las condenas a tres militares uruguayos y otros 11 chilenos como autores y cómplices del secuestro y asesinato en Uruguay de Berríos.
Los coroneles uruguayos Tomás Casella Santos, Eduardo Radaelli Copolla y Wellington Sarli Pose fueron condenados a entre 5 y 15 años de prisión, en un fallo que debe aún ser ratificado por la Corte Suprema.
A fines de la década de los 70, la dictadura de Pinochet sembró además miles de minas antipersonas y antitanques en la frontera con Perú, que ambos países se comprometieron a remover, y que la semana pasada hirieron a una persona.
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