Nicolás Maduro: "Garantizaremos que el pueblo tenga televisores de plasma"

“Vamos a garantizar que el pueblo tenga televisores de plasma”. Con esta frase, Nicolás Maduro prometió que los electrodomésticos estarían al alcance de la mayoría de los venezolanos “a precios justos” y con ello iba a poner remedio a la “guerra económica” contra los especuladores.

Este llamado lo hizo cuando ordenó en vivo la subasta de los inventarios de Daka y de otras tiendas, informó el diario El País de España. La reacción a este anuncio fue que la mayoría de los ‘saqueadores legales’ de estos negocios se llevaban televisores de plasma y no otros electrodomésticos.

En tanto, la Conferencia Episcopal Venezolana (CEV) dijo hoy que rechaza la usura y la especulación, aunque indicó que le preocupa la euforia consumista que ha desatado el Gobierno en su lucha contra la inflación, obligando a los empresarios a bajar los precios de los productos.

La CEV comentó en un comunicado la política puesta en marcha por el Gobierno para enfrentar los precios altos con controles y fiscalizaciones a través de la fuerza pública, a pocos días de las elecciones locales del 8 de diciembre.

“Rechazamos la usura, la corrupción y la especulación. Somos conscientes de la necesidad de una lucha permanente contra ellas. El Papa Francisco recientemente nos ha ilustrado acerca de la inmoralidad de todo tipo de corrupción y de usura, cualquiera que sea su origen”, dijo.

Los obispos respondieron así a una exhortación que hizo Maduro, quien pidió a la CEV pronunciarse sobre su batalla contra la especulación y la usura, a las que atribuye los recientes aumentos de precios, que han llevado la inflación a 44% en los últimos doce meses.

“Nos preocupa, sin embargo, que muchas personas, en un arranque de euforia, crean que con la compra de algunos artefactos domésticos han resuelto los grandes problemas que les aquejan. Igualmente, es inquietante que este clima de euforia pueda degenerar en actos de violencia y confrontación entre el mismo pueblo, que serán difíciles de controlar, y que todos debemos rechazar”, señalaron los obispos.