Tras las intervenciones improvisadas ordenadas por Nicolás Maduro a comercios acusados de usura y la consecuente locura consumista entre los venezolanos, el régimen chavista oficializó la ocupación de cadena de electrodomésticos Daka, que quedará bajo el mando de un coronel.
“Vamos a garantizar que el pueblo tenga televisores de plasma”. Con esta frase, Nicolás Maduro prometió que los electrodomésticos estarían al alcance de la mayoría de los venezolanos “a precios justos” y con ello iba a poner remedio a la “guerra económica” contra los especuladores.