La hora incierta de Venezuela: El chavismo gana terreno

El 7 de diciembre de 2015, fecha en la que se realizaron las elecciones parlamentarias, el presidente Nicolás Maduro perdió el control de la Asamblea Nacional (AN), congreso venezolano, a manos de la oposición. Al no controlar uno de los cinco poderes de Venezuela, el chavismo ha buscado recuperar a toda costa el Legislativo, que estuvo en sus manos desde el gobierno del fallecido Hugo Chávez. Ya sea anulando toda norma emitida por el Parlamento o asumiendo sus funciones, tal como se intentó infructuosamente en marzo pasado, el chavismo parece haber hallado en la recientemente instalada Asamblea Nacional Constituyente (ANC) el medio perfecto para su principal objetivo: el poder absoluto del país.

► Estados Unidos descarta una intervención militar en Venezuela

La ANC, según establece el artículo 347 de la Constitución vigente, tiene como funciones “transformar el Estado, crear un nuevo ordenamiento jurídico y redactar una nueva Carta Magna”. Ayer, en su primer día en el cargo, se anunció que legislará por dos años y que cuenta con facultades por encima de cualquier otro poder público.

Con 545 asambleístas del chavismo, la ANC se convierte así en la herramienta perfecta que Maduro necesitaba para formular un aparato estatal a su antojo. Y ello se mostró ayer al destituir a la fiscal general, Luisa Ortega, una de las críticas a su gestión.

Ortega fuera del cargo

Luisa Ortega fue destituida por unanimidad por la Asamblea Constituyente luego de que el Tribunal Supremo de Justicia hallara méritos para iniciar un proceso por inhabilitación en su contra. El asambleísta Diosdado Cabello impulsó la destitución de Ortega debido a que la fiscal “se había convertido en el centro de la injusticia”.

En su reemplazo, la Constituyente nombró como fiscal general al chavista Tarek William Saab, quien ejercía el cargo de defensor del Pueblo. Y en su lugar estará Alfredo Ruiz, también del oficialismo.

Cabe mencionar que la Fiscalía (junto con la Defensoría del Pueblo y la Contraloría) forma parte del Poder Ciudadano, otro de los cinco poderes de Venezuela.

De esta manera, Maduro está más cerca de retomar el poder absoluto y se espera que pronto tome acciones contra la Asamblea Nacional, bloqueada en sus funciones desde hace meses, pero que aún representa el único poder legítimamente elegido por los ciudadanos en un país que cada vez está más alejado de una solución a una crisis que parece de nunca acabar.

Juan Velit Granda: “Venezuela está en un limbo”

La Asamblea Nacional Constituyente está deslegitimada no solo nacional e internacionalmente. Con su instalación, se ha dado un paso del que no hay vuelta atrás y encamina al país hacia un conflicto de grandes proporciones.
Desde el punto de vista constitucional, la existencia de una Asamblea Nacional y otra Constituyente inserta a Venezuela en un limbo, en el que no hay un Estado de derecho.

►

Existe un vacío por esta dualidad de poderes legislativos en el que no se sabrá cuáles de las normas que se emitan se cumplirán. Aquellos que pertenecen a la administración pública no sabrán qué normativa aplicar. Es una suerte de desgobierno que agudiza el caos reinante que existe, un caos generalizado. El chavismo no ha entendido cómo funciona un país.

La convocatoria a una reunión de cancilleres que ha hecho Perú es lógica, articulada y lúcida, porque permitiría hacer un cerco ante lo que ocurre en Venezuela. Pero creo que se les debe dar una fórmula para que puedan salir del entrampamiento actual, que es agudizado por la crisis humanitaria. Y, además, por la incapacidad de Nicolás Maduro.

Te puede interesar

Venezuela: Leopoldo López vuelve a su residencia bajo arresto domiciliario https://t.co/KetyaywYpp pic.twitter.com/XEmDLzOTms

— Diario Perú21 (@peru21noticias) 6 de agosto de 2017