El pasado martes, representantes de Mara 18 y Mara Salvatrucha (MS13) firmaron una tregua para poner fin a la violencia. Autoridades y líderes de opinión de Honduras afirmaron que el Estado debe involucrarse en el pacto de pacificación.
El vicepresidente de la Comisión de Seguridad del Congreso Nacional de Honduras, German Leitzelar, considera que el alto al fuego contribuirá a disminuir las muertes producto de los conflictos entre los grupos ilícitos.
“El Estado debe participar de forma obligatoria, puesto que es el responsable de la seguridad. No como observador, sino en un sentido de imponer o establecer el principio de autoridad”, declaró al ElHeraldo.hn.
Por su parte, el monseñor Rómulo Emiliani, obispo auxiliar de San Pedro Sula y mediador en el conflicto, afirmó al mismo medio hondureño que el proceso es “complicado, difícil y delicado” y que los delincuentes deben cumplir con su pena y pagar lo que le deben a la sociedad.
“Los acuerdos deben llegar más allá. Los miembros de las maras deben comprometerse con no seguir cobrando el impuesto de guerra que tanto daño está haciendo y por el cual ha habido tantas muertes”, expresó la comisionada de Policía y exdirectora de Asuntos Internos de la institución, María Luisa Borjas.
PIDIERON PERDÓN POR CRÍMENES
Los líderes de las dos pandillas, con los rostros cubiertos, hicieron ayer el anuncio por separado desde la cárcel de San Pedro Sula, en la que cumplen prisión los criminales más violentos del país.
“Queremos ante Dios pedir perdón a la sociedad si en algún momento hicimos daños, pedir perdón también a nuestras autoridades (…) lo que queremos es trabajar, lo que queremos es paz con Dios, paz con nuestra sociedad y las autoridades”, afirmó uno de los miembros de la MS13.
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