La esperada ayuda internacional para los cientos de miles de damnificados del tifón Haiyan en Filipinas está ya en marcha, pero su entrega y las tareas de rescate se han visto hoy dificultadas por la amenaza de una nueva tormenta que se acerca a la zona devastada.
Los primeros indicios de Zoraida alcanzaron ya, con fuertes lluvias, la base de la ayuda erigida en la zona de emergencia en la ciudad de Tacloban, en la isla de Leyte, la más afectada por Haiyan.
Según el servicio meteorológico, la tormenta está a 200 kilómetros de la costa de Davao y se dirige al noroeste. Si permanece en la ruta esperada, el miércoles y el jueves pasaría al sur de la zona de la catástrofe.
“Los problemas son inmensos, la zona es gigante, pero nosotros hacemos todo lo humanamente posible”, aseguró el ministro del Interior, Mar Roxas. “La buena noticia es que las conexiones de telefonía móvil vuelven a funcionar”.
El devastador tifón mató a miles de personas (un jefe de la policía habló de 10,000, pero nadie confirmó aún esa cifra) y cientos de miles de supervivientes necesitan con urgencia agua potable, comida, mantas y carpas.
Se espera que se repartan al día 55,000 paquetes de alimentos para las familias afectadas, pero el suministro no basta: cada vez más gente acude desde los alrededores a Tacloban, porque a sus lugares de origen no llega la ayuda.
La ONU pidió hoy 301 millones de dólares en ayuda financiera para Filipinas. La comunidad internacional se ha comprometido hasta ahora a entregar más de 54 millones de dólares (40,3 millones de euros).
El Ministerio de Asuntos Exteriores de Filipinas señaló que la ayuda llegará en efectivo, en bienes y ayuda médica y de rescate. En total han prometido contribuir 28 países más la Unión Europea (UE) y cuatro organizaciones de asistencia humanitaria.
La cifra pedida por la ONU es aparte de los 25 millones que ya puso a disposición su fondo central de ayuda de emergencia, dijo Valerie Amos, vicesecretaria general para Asuntos Humanitarios y Coordinadora de Ayuda de Emergencia.
“Es una tragedia tan grande para Filipinas (…) ya hemos visto muchas crisis pero esta es una de las más mortales y destructivas”, señaló. “Es demasiado pronto para determinar la escala de la destrucción pero está claro que las necesidades son enormes”.
La UE entregará 13 millones más de lo anunciado anteriormente, informó el comisario de Desarrollo de la UE, Andris Piebalgs en Manila. “La dimensión de los daños no está clara, pero sí que la situación es catastrófica”.
Japón ya ha enviado un equipo médico al país y entregará 10 millones de dólares a través de organizaciones de ayuda para levantar refugios de emergencia y cubrir otras necesidades básicas de los evacuados.
En todas partes, supervivientes desesperados pintaron llamamientos de ayuda en contenedores y paredes: “¡Necesitamos comida!”, “¡Sálvennos!” o “¡Ayuda!”.
Un equipo de televisión de la emisora ABS-CBN llegó a Dulag, Tolosa y Palo, a unos 20 kilómetros de Tacloban, y documentó cómo los niños piden en las calles agua y comida y cómo se improvisan tumbas de emergencia.
Según el alcalde de Tacloban, Afred Romualdez, en la ciudad ya se han rescatado hasta ahora 250 cadáveres, mientras los escombros dificultan la búsqueda de más víctimas, dijo a CNN. Se cree que quedan muchas víctimas en los pueblos cercanos.
En la isla de Samar, más al este, donde Haiyan tocó tierra por primera vez el pasado viernes, más de 500 personas fueron enterradas en fosas comunes, dijo la gobernadora Sharee Ann Tan en declaraciones a la radio. Al menos 2,000 personas siguen desaparecidas.
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