El macrojuicio que se sigue en Barcelona al ginecólogo peruano Carlos Morín y a sus principales colaboradores entró hoy en su recta final con la exposición del informe final por parte de la Fiscalía, que rebajó de 309 a 273 años su petición definitiva de cárcel para el médico.
Morín fue acusado por haber practicado 89 abortos ilegales en sus clínicas de Barcelona movido únicamente por el dinero, pues no actuó por filantropía o con ánimo de ayudar a sus pacientes, señala la parte denunciante.
De los 273 años a los que se le puede condenar, solo 15 serían de cumplimiento efectivo en prisión, ya que se ha retirado de la causa una docena de abortos supuestamente ilegales que se le atribuían inicialmente, pero que se encuadran en los supuestos previstos en una nueva ley.
Según la fiscal, el peruano y su esposa, para quien pide 171 años de cárcel, así como los otros nueve acusados, entre ellos ginecólogos, psiquiatras y anestesistas, eran plenamente conscientes de sus delitos.
En los centros médicos de Morín se alteraban historias de las pacientes y falsificaban sus test psiquiátricos para dar apariencia de legalidad, refiere la acusación.
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