Cuatro funcionarios del Departamento de Estado norteamericano dejaron sus puestos tres meses después del atentado contra el consulado estadounidense en Bengasi (Libia), en el que murieron el embajador Christopher Stevens y otros tres diplomáticos, en setiembre último, informó The New York Times en su versión online.
Citando a una portavoz del departamento, el influyente medio estadounidense indicó que el director de la división “seguridad diplomática”, Eric Boswell, presentó su dimisión.
En tanto, la vicedirectora de la división responsable de la seguridad en las embajadas de EEUU, Charlene Lamb, y otro experto en seguridad, cuyo nombre no trascendió, fueron separados de sus cargos. La misma suerte corrió Raymond Maxwell, responsable del norte de África en el Departamento de Estado.
GRAVES ERRORES DE SEGURIDAD
La noticia se conoce después de que una comisión independiente hiciera fuertes críticas contra el Departamento de Estado en un informe enviado el martes al Congreso, en el que apuntó graves errores de seguridad.
Según el documento, el Departamento no tenía a disposición personal de seguridad lo suficientemente experimentado y dejó en manos de las milicias locales la protección del área del mismo.
Además, el Departamento de Estado ignoró las peticiones de la embajada estadounidense en Trípoli de mayor protección, asegura The New York Times citando el informe, en el que se critica explícitamente el papel de varios funcionarios del ministerio.
Tras el derrocamiento del mandatario libio Muamar Gadafi, el consulado de Bengasi fue considerado temporal, lo que contribuyó a que no se asegurara propiamente la instalación, según el documento elaborado por el equipo liderado por el veterano diplomático Thomas Pickering y con la presencia del almirante retirado Mike Mullen, exjefe de Estado Mayor Conjunto.
“El equipo concluyó que la seguridad en el complejo de misión especial era inadecuada en el entorno de amenaza de Bengasi y de hecho muy inadecuada para enfrentar el ataque que tuvo lugar por la noche”, aseguró Mullen.
“Las oficinas del Departamento de Estado que apoyaban a Bengasi no tomaron la seguridad como una responsabilidad compartida, por lo que el apoyo requerido faltaba con frecuencia”, agregó.
El ataque perpetrado el 11 de septiembre fue catalogado después de terrorista, pero hasta entonces se había considerado que se trataba de una protesta espontánea por un video islamófobo sobre el profeta Mahoma producido en Estados Unidos.
La secretaria de Estado Hillary Clinton había pedido la investigación independiente del hecho y anunció que aceptará las 29 recomendaciones del panel, algunas de las cuales son clasificadas.
Clinton debía declarar hoy ante dos comisiones del Congreso. Pero debido a que esta semana se está recuperando de una conmoción cerebral, comparecerá en enero.
Si te interesó lo que acabas de leer, recuerda que puedes seguir nuestras últimas publicaciones por Facebook, Twitter y puedes suscribirte aquí a nuestro newsletter.