La renuncia del Papa Benedicto XVI abre la puerta a una amplia gama de posibles sucesores, desde el conservador cardenal de Milán hasta un aspirante de Ghana y varios latinoamericanos.
Pero no debe esperarse un cambio radical en el rumbo de la Iglesia Católica: Benedicto XVI nombró a la mayoría de los cardenales que escogerán a su sucesor entre sus propias filas. No hay un claro favorito, aunque varios candidatos destacados han sido mencionados a lo largo de los años como “papables”.
Así las cosas, ¿regresará el papado a un italiano después de tres décadas en manos de un polaco y un alemán? ¿O merece América Latina, donde vive el 40% de los 1,200 millones de católicos del mundo, un representante al frente de la Iglesia?
¿Se tomará en cuenta a un cardenal más joven, ahora que los futuros papas pueden sentirse más libres para renunciar? ¿O escogerán a un cardenal experimentado para otro papado “de transición”?
Los más de 110 cardenales menores de 80 años que pueden votar sopesarán estas interrogantes y muchas más cuando se encierren en la Capilla Sixtina el mes próximo para escoger al sucesor de Benedicto XVI, un cónclave que probablemente escogerá a un nuevo líder antes de Semana Santa.
Al día siguiente al inesperado anuncio de Benedicto XVI, las páginas de los diarios italianos aparecieron repletas de perfiles de los posibles papables. Pero de aquí a marzo el carrusel de los posibles candidatos dará todavía muchas vueltas, con favoritos que pueden cambiar de un día para otro.
En el caso de que los cardenales se fijen de nuevo en un europeo, se escucha entre otros el nombre del cardenal arzobispo de Viena y teólogo Christoph Schönborn, de 68 años, como posible sucesor, si bien los italianos formarán una vez más la fracción más fuerte dentro del cónclave que elegirá al próximo papa.
Círculos bien informados dentro de los muros vaticanos hablan de que “los diversos frentes ya han comenzado a posicionarse hace semanas”, escriben los vaticanistas del diario romano La Repubblica. ¿Tal vez sabían lo que iba a pasar? Cuando los medios italianos hablan de “frentes” se refieren a que “el partido se jugará entre los cardenales italianos y los otros”.
El máximo favorito entre los italianos, que suman 28 del total de 117 cardenales electores, es el arzobispo de Milán, Angelo Scola, de 71 años. También se mencionan los nombres del cardenal Gianfranco Ravasi y del arzobispo de Génova, Angelo Bagnasco, ambos de 70 años.
Scola, Ravasi y Bagnasco.
John Allen hijo, veterano analista de asuntos del Vaticano, ha dicho que Ravasi, de 70 años, es muy posiblemente “el hombre más interesante en la Iglesia”. Otro factor que eleva su perfil es que Benedicto XVI lo nombró para liderar ejercicios espirituales del Vaticano durante la Cuaresma, dándole un foro visible en las semanas anteriores al cónclave.
El teólogo suizo Hans Küng, uno de los críticos más prominentes del papa Benedicto XVI, cree que muchos candidatos a sucederlo se encuentran en América Latina.
“Es absolutamente posible encontrar un Papa precisamente en América Latina. Pero las posibilidades para un cambio radical no son buenas. Los italianos se han convertido gracias a Ratzinger nuevamente en un gran poder dentro del Colegio Cardenalicio”, dijo Küng en declaraciones a la emisora pública SWR. Por ello abogarán por un candidato italiano como Scola, agregó.
Los italianos desean que el papado vuelva a un cardenal de su país, tras los 27 años de Juan Pablo II y los casi 8 de Benedicto XVI. Por ello tienen la mirada sobre Scola, cercano al movimiento Comunión y Liberación. Se estima que el arzobispo de Milán tiene grandes posibilidades ya que los italianos aún dominan el Colegio Cardenalicio.
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