La candidata conservadora Park Geun-hye ganó las elecciones presidenciales en Corea del Sur y será la primera mujer en ocupar el cargo en el país, según confirmó la Comisión Electoral Nacional, tras el recuento de más del 96% de los votos.
Tras una reñida elección, la hija del exdictador militar Park Chung-hee, que se presentaba por el partido oficialista Saenuri, suma el 51.6% de respaldo.
Su mayor rival, el opositor liberal de izquierdas Moon Jae-in, obtuvo el 47.9%, lo que supone una diferencia de en torno a un millón de votos. Los otros cuatro candidatos independientes no tenían ninguna opción.
Park agradeció el apoyo recibido en un acto tras conocer su victoria. “Seré una presidenta del pueblo que mantendrá sus promesas y abrirá una nueva era en la que el pueblo será feliz”, dijo la virtual mandataria, según la agencia de noticias Yonhap. También prometió alcanzar “una gran unidad nacional”.
El presidente saliente Lee Myung-bak, que abandonará su cargo en febrero tras cinco años y al que la Constitución no permitía presentarse de nuevo, felicitó por teléfono a Park, de 60 años, por su triunfo. “Felicidades por la victoria, ha sido duro”, le citó un portavoz en Seúl.
El opositor Moon ya reconoció su derrota. “No conseguí un cambio de gobierno”, dijo el ex abogado defensor de derechos humanos y candidato del Partido Democrático Unido (PDU).
Park volverá ahora como jefa de Estado al palacio presidencial que abandonó tras la muerte de su padre, que gobernó el país con mano de hierro entre 1961 y 1979, pese a lo cual era muy venerado en amplias partes de la población por el auge económico surcoreano.
Según los analistas, ello convertía a su hija en la preferida de las generaciones de mayor edad y también de círculos conservadores.
En política exterior, su principal frente estará con su vecina Corea del Norte por sus programas de misiles y armas nucleares, especialmente después de que el país comunista agudizara las tensiones con el lanzamiento la semana pasada de un cohete portador de un satélite que Occidente teme que se trate de una prueba de tecnología balística.
Park ya ha dicho que quiere crear confianza entre las partes, pero de forma similar al presidente Lee Myung-bak, ya ha exigido la disculpa de Pyongyang por provocaciones anteriores, entre otras por el ataque a la isla de Yeonpyeong con artillería en noviembre de 2010.
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