La conferencia de paz internacional Ginebra-2 para buscar una solución política al conflicto sirio se llevará a cabo el 22 de enero próximo, una oportunidad para que las grandes potencias y la ONU intenten sentar a la misma mesa al gobierno de Damasco y a la oposición.
Después de tres años de combates que han causado más de 100,000 muertos, esta sería la primera vez que algunas de las partes en el conflicto armado se reunirían en torno a una mesa de negociaciones.
“La lista de los invitados aún no ha sido establecida”, declaró a la prensa el emisario especial de la ONU y de la Liga Árabe para Siria, Lakhdar Brahimi después de una reunión preparatoria hoy en Ginebra con altos responsables rusos y estadounidenses.
En Washington, el secretario de Estado norteamericano, John Kerry, destacó el anuncio de la realización de la conferencia de paz de Ginebra, recalcando que será “la mejor oportunidad” para formar un gobierno de transición que ponga fin a la guerra.
Con respecto a los participantes sirios, Brahimi consideró que debían ser “creíbles, y tan representativos como sea posible”.
También dijo que Irán, aliado importante del régimen, y Arabia Saudí, apoyo financiero y militar de la oposición, “figurarán entre los posibles participantes”.
Una nueva reunión trilateral preparatoria con rusos y estadounidenses tendrá lugar el 20 de diciembre en Ginebra, “tal vez la última antes de la conferencia”.
“Estamos en contacto a la vez con la oposición y el gobierno. Les hemos pedido dar los nombres de sus delegados tan rápido como sea posible, preferentemente antes del fin de año, ya que es importante que hablemos con ellos y los escuchemos”, declaró Brahimi.
“Esta conferencia es verdaderamente para que los sirios vengan a Ginebra, se hablen, y lo esperamos, comiencen un proceso de paz creíble, efectivo, que pueda funcionar para su país”, añadió.
La conferencia comenzará “sin condiciones previas, todos los asuntos serán puestos sobre la mesa; las negociaciones comenzarán el 22 de enero, pero ¿cuánto tiempo durarán? Lo diremos cuando comiencen”, precisó el emisario especial.
Para los organizadores el desafío es inmenso, primero para convencer a las personas representativas del régimen y de la oposición de que viajen a Ginebra, y luego para evitar que pongan condiciones previas a su participación.
El futuro del presidente Bashar al Assad es el meollo de la polémica sobre esas condiciones. La oposición exige su partida para una transición. El régimen la descarta por completo.
Será el secretario general de la ONU, anfitrión de la conferencia, quien envíe las invitaciones.
Ban Ki-moon, al anunciar la fecha, dijo que la conferencia será “una misión de esperanza”, y subrayó que el objetivo del encuentro será impulsar la declaración adoptada por las principales potencias en junio de 2012 llamando a un gobierno de transición.
Si te interesó lo que acabas de leer, recuerda que puedes seguir nuestras últimas publicaciones por Facebook, Twitter y puedes suscribirte aquí a nuestro newsletter.