La aprobación de la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, mejoró en seis puntos porcentuales después de bajar significativamente por las masivas protestas que sacudieron al gigante sudamericano, según una encuesta publicada hoy.
El número de brasileños que considera que el Gobierno de Rousseff es “muy bueno” o “bueno” fue del 36%, por encima del 30% que registró a fines de junio, según un sondeo de opinión de Datafolha publicado en el diario Folha de Sao Paulo.
La recuperación, que si bien todavía está muy por debajo de la aprobación del 65% que tenía la mandataria en marzo, refleja un poco más de confianza en la economía de Brasil, en momentos en que ceden las preocupaciones inflacionarias.
La encuesta también mostró que los brasileños apoyan en menor medida las protestas masivas que atrajeron a un millón de personas las calles a mediados de junio. Las manifestaciones son en rechazo a una serie de temas como la corrupción y el deficiente transporte público, pero algunos dicen que las movilizaciones carecían de enfoque.
El número de brasileños que señaló que las protestas habían dado lugar a cambios positivos se redujo a un 49% desde el 65% del último sondeo de Datafolha.
La caída de 27% en la aprobación de Rousseff en apenas tres semanas, que Datafolha informó el 29 de junio después de las protestas, *fue la mayor sufrida por un mandatario brasileño desde 1990. *
Rousseff, quien se espera que se presente a la reelección el próximo año, llegó a tener en un momento uno de los índices de aprobación más altos en el hemisferio occidental. La encuesta publicada el sábado no incluyó la intención de voto de cara a los comicios de 2014.
El número de brasileños que considera que el Gobierno de Rousseff es “malo” o “muy malo” bajó a un 22% desde el 25% del mes anterior, según la encuesta.
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