El oficialismo reconoce la magnitud del cacerolazo contra Cristina Fernández

El oficialismo reconoció hoy la amplia dimensión del cacerolazo y las protestas que hubo anoche en Buenos Aires y decenas de ciudades argentinas contra el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner.

El senador del Frente para la Victoria (FPV, peronista) oficialista Aníbal Fernández afirmó que hubo “una manifestación importante”.

Decenas de miles de personas salieron a las calles para hacer sonar sus cacerolas en protesta contra el gobierno, la inseguridad, la corrupción, la reforma de la Constitución para habilitar otra reelección y los controles en el mercado de divisas y las trabas para viajar al exterior.

Las movilizaciones fueron convocadas por la gente a través de las redes sociales.

“Yo nerviosa no me voy a poner ni me van a poner”, advirtió la presidenta en un discurso que dio en la provincia de San Juan mientras comenzaban las protestas en numerosas ciudades y se multiplicaban los manifestantes en la histórica Plaza de Mayo porteña.

“Yo no hago milagros, me encargo de desarrollar políticas activas para que empresarios puedan tener la oportunidades de invertir, tienen que ayudar los gobernadores para que se radiquen en sus provincias”, afirmó Fernández.

El exjefe de Gabinete kirchnerista aseveró que “el gobierno toma nota de cada una de las manifestaciones, sean un montón o 25 personas paradas en la puerta de un estamento del gobierno que expresen determinada queja”.

“Tienen todo el derecho del mundo a expresarse de la manera que les parezca y elegir el temario que les parezca. No me merece ningún otro análisis”, señaló el senador en declaraciones a radio Mitre de Buenos Aires.

Varios dirigentes de la oposición salieron hoy a pedir al kirchnerismo que escuche los reclamos populares.

“La protesta fue impresionante por lo espontáneo, lo masivo, por el coraje, la gente lo que expresó es que no tiene miedo sino que quiere que se la escuche”, destacó el jefe de Gobierno de la ciudad de Buenos Aires, el líder de centroderecha Mauricio Macri.