PhD. Jaime Rivera Camino
Dice el dicho “el infierno está empedrado de buenas intenciones”, en los negocios esto se cumple con frecuencia. Muchos emprendedores empiezan con buenos ánimos, pero no investigan. Como no llegan a conocer bien a sus consumidores, crean productos que no se ajustan al mercado.
Se subestima al consumidor. Muchos negociantes, basados en estereotipos y prejuicios, confían en que ya conocen a su cliente. Otros que sí buscan información, lo hacen mal. Extrapolan datos de otros mercados. Ya lo sabe, el entusiasmo es importante, pero saber cómo obtener y usar la información es clave.
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