Carlos Carlín,Habla.Babas
Como si no tuviéramos suficiente con los destrozos del Sutep, las huelgas médicas y las broncas entre cumbiamberas travestis, a dos señoras rusas (Popova y Adrianova), no se les ocurrió mejor idea que pronosticar para este viernes un cataclismo infernal que terminaría por enterrarnos a todos los peruanos.
¿Por qué a dos señoras rusas, ¡en Rusia!, se les ocurre pensar semejante final para nosotros? Seguramente porque se la pegaron y estaban intoxicadas de vodka. Lo grave es que bastantes peruanos les creímos. Yo les creí y al final del jueves tomé precauciones. Metí en una canastita: Dos latitas de atún, 3 paquetes de galletas de soda, una botella de agua sin gas y 4 mandarinas. Busqué una zona segura para poner la canastita sin que corra el riesgo de que las mandarinas se chanquen cuando les caiga una pared encima. Me metí a la cama con zapatos y todo para no salir en medias a la calle. Como temía quedarme dormido y no sentir el techo aplastándome la cara, dejé la ventana abierta para despertar con los gritos de la vecina. Además, amarré unas maracas de la selva cerca a mi oreja para que me alerten cuando todo se mueva.
Hoy es sábado, mis sábanas están todas sucias, yo resfriado por dormir con la ventana abierta y las mandarinas siguen en la puerta. Adrianova y Popova en Rusia, duermen la borrachera y nosotros seguimos vivos. ¿Quién sigue? ¿Reinaldo do Santos? Como decía Soda Stereo, sigamos “aguardando el temblor”.
Si te interesó lo que acabas de leer, recuerda que puedes seguir nuestras últimas publicaciones por Facebook, Twitter y puedes suscribirte aquí a nuestro newsletter.