El Congreso de la República aprobó, por fin, el proyecto de ley presentado por el parlamentario Carlos Bruce que sanciona a quien maltrata a un animal con penas de hasta 3 años de pena privativa de libertad y hasta con 5 años de prisión, si el animal muere producto de estos maltratos. Hasta la aprobación de este proyecto, en nuestro país el maltrato animal era considerado solo una falta. Un gran paso, sin duda, en nuestra legislación. La parte fea de la noticia es que esta ley no protege a los toros ni a los gallos de pelea. (¿?) Porque en nuestro país ni los toros ni los gallos de pelea son considerados animales, ellos entran en el rubro “entretenimiento y cultura” y son propiedad de los señorones que dedican sus domingos a darse golpes de pecho en las iglesias primero y después a aplaudir la sangre, el abuso y la tortura. Esta vez ganaron, señores cultos, pero no hay que molestarse. Solo es cuestión de esperar porque es una tendencia mundial acabar con cualquier espectáculo salvaje y abusivo, como las corridas de toros o las peleas de gallos o el jalapato o el Yawar Fiesta. Muy pronto, señores cultos y tradicionales, tendrán que buscarse otro pasatiempo, uno donde sus caras, infladas por el alcohol y las cirugías, puedan seguir apareciendo en las páginas sociales y donde también abunde la sangre, pero muy a su pesar, ya no podrá ser de animales. Solo hay que esperar.
Si te interesó lo que acabas de leer, recuerda que puedes seguir nuestras últimas publicaciones por Facebook, Twitter y puedes suscribirte aquí a nuestro newsletter.