Alfonso Grados, Opina.21
agrados@intercorp.com.pe
La atención futbolística se centra hoy en nuestra selección y ‘obliga’ a referirse a ella, con la salvedad de que escribo esta columna sin conocer el resultado de anoche ante Ecuador.
Libre, por tanto, del condicionamiento de saber si nos hemos acercado a la ansiada clasificación, destaco aspectos del ciclo de Sergio Markarián (el mejor DT que hemos tenido en mucho tiempo) que deben ser preservados:
Primero: Eficiente planificación del proceso preparatorio y competitivo, con cronogramas detallados, convocatorias diferenciadas, apoyo logístico y administrativo.
Segundo: Trabajo coordinado con los clubes y comunicación fluida con el técnico de la sub 20 para esbozar un plan de menores coherente y sostenible.
Tercero: Acierto al crear la selección “joven”, brindando espacios competitivos a jugadores jóvenes y a otros locales que requieren foguearse.
Cuarto: Pese al declive de ciertos veteranos, se incrementaron los jugadores ‘seleccionables’, convirtiéndose algunos incluso en titulares.
Quinto: Duras lecciones asimiladas en control disciplinario y política de concentraciones.
Por ello, al margen de errores y si clasificamos o no, debemos sostener el proceso bajo el liderazgo de Markarián, construyendo sobre lo aprendido y potenciando a la generación que surge.
Cualquiera sea la opinión que tengamos de la FPF, aprendamos la lección y no retrocedamos lo andado.
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