28.ABR Domingo, 2024
Lima
Última actualización 08:39 pm
Clasificados
Opinión

Alguien por ahí dijo que yo, después de haber trabajado dos años en televisión, ya no podría volver a escribir esta columna. Se equivoca.

Carlos Carlín, Habla.babas
ccarlin@peru21.com

Alguien por ahí dijo que yo, después de haber trabajado dos años en televisión, ya no podría volver a escribir esta columna. Se equivoca. Claro que puedo seguir escribiéndola, pero ahora con más autoridad que antes. Porque hoy conozco bien lo que estoy contando. Sé por qué se hacen y se dejan de hacer las cosas en televisión. Conozco también las razones por las que alguien hizo, no hizo, dijo o no dijo. Los tejes y manejes. Los detrás de cámaras. La trastienda. Los trapitos sucios. Sé lo que es de verdad y lo que se inventa. Lo armado, desarmado y lo recontra armado. A cocachos entendí qué es lo que supuestamente vende y funciona y qué es lo que uno cree que funcionará y que, por más bien que intentes hacerlo, nadie lo verá. Después de mi experiencia en televisión, no volveré a escribir con la actitud de quien se cree dueño de la verdad y que critica como critica únicamente para quedar bien. Más que nunca, sé bien que de aquel que dijo que no podría volver a escribir no escribiría ni una sola línea, porque lo que hace o dice no es importante para nadie. Me quedó claro, después de dos años, por qué hacen lo que hacen, por qué dicen lo que dicen y cuál es la cara que muestran en la pantalla para no perder su trabajo.


Si te interesó lo que acabas de leer, recuerda que puedes seguir nuestras últimas publicaciones por Facebook, Twitter y puedes suscribirte aquí a nuestro newsletter.