Aldo Mariátegui,Ensayos impopulares
amariategui@peru21.com
Tras releerla, me queda claro que esas feroces dictaduras sudamericanas fueron engendradas por la izquierda al violentamente “atizar contradicciones”. ¿O tenía sentido que en el ultrademocrático Uruguay de los 70 apareciese una banda terrorista como los tupamaros, más aún cuando la izquierda casi gana con Seregni en 1970? ¿No pesaron en Chile las violentas proclamas subversivas del rojo Carlos Altamirano, las tomas de tierras/fábricas y los “tribunales populares” innumerables del MIR, o el crimen del exvicepresidente y ministro democristiano Pérez Zujovic? ¿Y acaso no fueron los montoneros los que provocaron el golpe en Argentina con los asesinatos del sindicalista Ricci (“había que tirarle un muerto a Perón”), del exministro radical Mor Roig, del jefe policial Alberto Villar y del expresidente Aramburú? ¿O el secuestro de los industriales Born y del gerente de Mercedes Benz, la sangrienta toma del pueblo de La Calera, la balacera en el aeropuerto de Ezeiza, el atentado contra Videla antes que sea presidente, la voladura de la misilera Santísima Trinidad, la explosión por todo el país de 100 bombas el 22 de agosto de 1975, el ataque al cuartel Formosa y tantas muertes más? ¿Se justificaba esa violencia roja cuando se vivía el régimen democrático de Isabelita Perón (¿Y el marino videlista Massera que negociaba con el jefe montonero Firmenich en París en 1978, hecho que le costó la vida a la diplomática Holmberg?)? “Siembra vientos y cosecharás tempestades”: Videla, Bordaberry y Pinochet fueron hijos de la izquierda, aunque les joda admitirlo.
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