Pronósticos BCR: Rossini

Ricardo Lago,Uso de la palabra
Economista y Asesor Financiero

Le conocí en una reunión con funcionarios del Banco Central de Reserva, allá por 1988. El joven economista hablaba con autoridad y firmeza, incluso por encima de otros funcionarios de mayor rango. Pregunté a Marilyn Choy quién era y me cuchicheó: es Renzo Rossini, acaba de regresar al Banco, viene del London School of Economics, llegará a ser presidente del BCR, ya verás.

Rossini es desde hace bastantes años gerente general del BCR. Para ser eficaz en dicho puesto uno tiene que ser muy discreto, algo que cumple a rajatabla, de manera que es un desconocido para el gran público. Banqueros y empresarios saben, no obstante, que es una de las personas más poderosas del país. A su cargo están la operación diaria del BCR en los mercados cambiario y monetario con cientos de millones de soles, así como la administración de las reservas internacionales y, en general, la estabilidad financiera del país.

En los seis años que trabajé con Perú (1987-93 ), desde el Banco Mundial y luego con el BID, tuvimos bastante relación profesional e incluso alguna negociación importante. Como la que tuvo lugar en septiembre de 1991 como primer paso para la reinserción; en que Perú tenía que pagar US$500 millones vencidos al BID para poder acceder a nuevos préstamos y se necesitaba un crédito puente del BCR al MEF, que no tenía la plata. Y meses después para incorporar una cláusula, en el contrato de un préstamo del BID al Perú para la reforma del sector financiero, que obligara al MEF a definir términos de repago sobre el saldo total de los créditos que el BCR había otorgado al MEF.

Como de costumbre, los mandamases del BCR dejaban que Rossini llevara la voz cantante, con su estilo implacable de negociación.

El BCR es la institución más prestigiosa del Perú y uno de los mejores bancos centrales del mundo. De su cantera provienen PPK, Webb, Abusada , Salazar, Kisic y un largo etcétera –que me disculpen– y por supuesto Rossini. El BCR “exporta” talento a la empresa privada y al resto del gobierno.

Si tuviera que apostar, me aventuraría a que Velarde repite otros cinco años en 2016. En el mundo de desorden financiero en que vivimos, la estabilidad monetaria peruana es algo que pocos gobernantes se atreven a arriesgar. Velarde es carta segura; también Rossini, que es su segundo de a bordo, pero creo que le va a tocar esperar, aunque tengo pocas dudas de que sucederá a Velarde.