Si pensamos en la palabra promoción, posiblemente se nos vengan a la mente los descuentos o los regalos. Sin embargo, ese concepto abarca mucho más, pues lo que se persigue es darle un valor adicional a un producto o servicio.
Una empresa utiliza promociones, principalmente, para atraer a más clientes e incrementar ventas. Esto es útil en los meses más bajos del año o para ítems nuevos o de baja rotación. Existen otros beneficios, como fomentar el conocimiento de un producto o premiar a los clientes leales para que sigan comprando.
Una promoción puede ser muy eficaz y más económica que la publicidad, pero es necesario saber que debe ser de corto plazo y de poca frecuencia.
SABÍA QUE
- No debe ser costumbre
Si la promoción es cotidiana, pierde atractivo. El comprador podría pensar: “Espero el próximo mes e, igual, aprovecho la promoción”.
- Riesgo
Se puede afectar la imagen, el consumidor podría decir: “Esta marca siempre está en oferta, tal vez no es muy buena”.
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