Ricardo Lago,Uso de la palabra
Economista y Asesor Financiero
Pese a la evidencia en contrario, nos resistimos a aceptar la influencia determinante que tiene el devenir de la economía internacional en el rumbo de la economía local. Las malas políticas siempre conducen a malos resultados, pero los buenas pueden no llevar a tan buenos resultados si la economía internacional no acompaña. Una parte del vaso lo llena el contexto interno, el resto depende del marco internacional . Con la globalización, los factores externos pesan cada más en el desempeño de la economía local. Las economías de tamaño pequeño y mediano son como una balsa en el océano, si hay temporal sienten los vaivenes.
El estado de ánimo de analistas y empresarios es que el Perú tiene el derecho adquirido de crecer por lo menos al 6% y que el 7% o el 8% están al alcance de la mano. Sin embargo, el desempeño de la economía en los últimos veinte años no sustenta esa creencia. Las políticas en ambas décadas has sido en general de buena calidad, sin embargo, el crecimiento promedio en 1994-2003 fue un moderado 4.3%, frente al 6.6% promedio de la década siguiente 2004-2013; es decir una diferencia de 2.3 puntos porcentuales. Al primer periodo le tocó convivir con las crisis de emergentes de México (94 ), Asia ( 97), Rusia ( 98 ) y Argentina (2001 ); en el segundo, en cambio, nos beneficiamos del boom de los commodities que, según los expertos, parece haber concluido en 2011.
Esos 2.3 puntos de mayor crecimiento tienen mucho que ver con la bonanza en los precios de los minerales. Si tomamos una canasta fija de los productos que el Perú exporta, podemos constatar que en el periodo 2004-2013, gracias a la mejora en los precios de exportación, el Perú pudo “comprar”, con dicha canasta, un 31% más –de una canasta también fija de productos de importación– que en 1994-2013.
Afortunadamente para el Perú, los sucesivos ministros de Economía desde 2004 y Julio Velarde desde el Banco Central han sido capaces de ahorrar buena parte de esos recursos extra que recibió el país en impuestos y divisas durante la década pasada. Esa es la fuente de los 63 mil millones de dólares en reservas internacionales disponibles hoy para enfrentar las vacas flacas. Ahora bien, si la política económica no cambia de buena a espectacular, el crecimiento del PBI será más cercano al 4% que al 6%.
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