La rama de olivo que el fujimorismo le tendió en la víspera al ministro del Interior, Wilfredo Pedraza, para dejar sin efecto su interpelación, se disvaneció apenas terminó éste de responder el pliego de 40 preguntas.
El vocero de Fuerza Popular, Julio Gagó, fue el primero en cuestionar el alarmante incremento de la criminalidad, el reglaje a políticos de la oposición y la fuga de reos de los penales. Tras recordarle que en su hoja de vida se presenta como consultor en materia de seguridad, Gagó arremetió contra Pedraza sin preámbulos. “Dice usted que existen muchos charlatanes en este tema. No quiero pensar que se está mirando al espejo”, espetó, tras lo cual le pidió al ministro que luego de haberse tomado la foto por los recientes hechos en el VREAEM, “ceda el paso a una persona que tenga la capacidad de darle solución a los problemas del sector y aproveche esta oportunidad para irse con dignidad”.
FALTA DE GESTIÓN
Lo mismo hizo su colega Héctor Becerril, quien –basado en cifras oficiales del Ministerio de Economía– denunció la incapacidad del ministro para ejecutar obras en su sector y lo acusó de tener paralizados más de S/.168 millones destinados a la construcción y remodelación de comisarías, compra de sistemas de video vigilancia y comunicaciones, entre otros.
Desde las bancadas de AP-Frente Amplio, Concertación Parlamentaria, Unión Regional y PPC-APP también le llovieron críticas a Pedraza, quien intentó convencer a sus opositores de que no está en marcha una política de reglaje a los críticos al régimen, de que el asesor presidencial Adrián Villafuerte no ejerce ninguna influencia sobre su sector y de que hay una política integral de seguridad ciudadana, de la cual curiosamente no dio detalles alegando que ese no era el tema de la interpelación.
Sus esfuerzos, sin embargo, fueron vanos. La oposición no le dio tregua mientras que los legisladores de Gana Perú, que debían respaldarlo, prefirieron ausentarse del hemiciclo o responder a los cuestionamientos con mucho autobombo y nula autocrítica.
SABÍA QUE
- El congresista Mauricio Mulder cuestionó que la interpelación a Pedraza se haya tramitado con dos meses de retraso, con lo cual –dijo– los temas abordados quedan desactualizados.
- Acusó que la demora obedeció a una “maniobra” para anular este ejercicio democrático y pidió que se respeten los plazos.
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