SANTIAGO (AFP).– Nueve candidatos disputarán la elección presidencial del 17 de noviembre en Chile –el mayor número en 75 años– con el desafío de intentar contrarrestar el amplio favoritismo que concita la exmandataria socialista Michelle Bachelet.
El buen número de postulantes se da por una serie de demandas sociales surgidas en los últimos dos años en Chile, pero salvo Bachelet y la abanderada de la centro-derecha y exministra de Trabajo, Evelyn Matthei, ninguno de los otros candidatos tiene posibilidades, de acuerdo con analistas.
“Sin contar a Bachelet y a Matthei, ninguno de los otros tiene muchas chances porque en Chile, a pesar de la crisis de legitimidad de los partidos políticos, la mayoría vota por ellos”, sostuvo el analista electoral de la Universidad Diego Portales, Mauricio Morales.
“La alta fragmentación de candidatos se debe a la emergencia de demandas sociales, como la educación pública de calidad y el fin de los abusos contra los consumidores”, indica Morales.
En 2011, liderada por los estudiantes, la sociedad chilena comenzó a reclamar un profundo cambio al modelo educativo que se mantiene como herencia de la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990), impulsando, junto con ello, otras demandas en salud, pensiones o medio ambiente que aún no tienen respuesta.
La excesiva oferta de candidatos terminará afectando negativamente la campaña y seguramente forzará a una segunda vuelta, criticó el politólogo Patricio Navia.
DATO
- A falta de sondeos que reflejen las opciones inscritas, los únicos que tendrían alguna opción frente a las candidatas son Marco Enríquez-Ominami, del Partido Progresista, y Franco Parisi, independiente.
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