Es muy difícil que este menor (‘Gringasho’) cambie y se readapte. No se dan las condiciones debido a la gente con la que este se relaciona. Ha adquirido notoriedad. Se ha ganado el respeto en el bajo mundo en el que se desenvuelve. Es una estrella y, además, tiene éxito con las mujeres. Todo esto refuerza su patrón de inconducta. Respecto a los centros de readaptación para adolescentes, sugiero que los programas sean diferenciados por delitos. No es igual un menor que cometió robo agravado que otro que haya cometido un asesinato. Deben ser separados y, en ese sentido, generar una motivación al cambio, siempre con ayuda de especialistas. Existen dos tipos de psicopatía: la primaria y la secundaria. En el caso de la primera, un niño tiene una conducta desadaptada, como robar un juguete, maltratar a sus amigos, matar a un animal. Si la familia no le pone reglas y no le enseña a diferenciar entre el bien y el mal, va a crecer así. Este tipo de menores necesita seguimiento toda la vida. En el otro caso, el menor sí puede ser readaptado.
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