¿El modelo colombiano?

Carlos Meléndez,Persiana Americana
En el primer trimestre del 2014 la economía colombiana creció 6.4% (en comparación con igual periodo del 2013), contracorriente a la desaceleración del crecimiento que agobia a la mayoría de economías latinoamericanas, como la peruana. Según analistas de la revista colombiana Semana, este crecimiento se explica por el dinamismo de la demanda interna, donde sectores como construcción y agropecuario roban protagonismo al de minerales.

Estas buenas noticias se deben –en parte– a la propuesta de Juan Manuel Santos denominada La Tercera Vía, plataforma programática que se resume en “el mercado hasta donde sea posible, el Estado hasta donde sea necesario”, que se lanza internacionalmente esta semana en Cartagena. No estamos frente ante un remake criollo del revisionismo económico inglés que adoptara Tony Blair, sino ante una hoja de ruta que incluye diálogo multisectorial para salir de la polarización de la campaña electoral (uribismo vs antiuribismo, liberales vs conservadores) y el afianzamiento del proceso de pacificación desde aspectos más estructurales. Es notable la adaptación del planteamiento al contexto colombiano, al reconocer la desinstitucionalización histórica propia de este país.

Colombia y Perú comparten desafíos (el enfrentamiento a la violencia política, la conflictividad social desde zonas marginadas y Estado débil) y potencialidades (una economía que podría fortalecerse con un adecuado plan de integración regional). Pero mientras en el Perú se impone un pragmatismo basado en la ignorancia política de sus gobernantes, en Colombia su pragmatismo se basa en valores. No son solo los logros del deporte colombiano (su selección de fútbol se suma al ciclismo y al atletismo) los que deberían causarnos sana envidia.