La marca íntima

CARLOS BERNUY FLORES
cbernuy@peru21.com

Alianza se reforzó, fortaleció su confianza, su fe, el sueño repetido que le manda su historia y hasta el calor que le da al hincha de las tardes frías. Sacó ese gol que no tenía con un Aguirre que siempre estuvo allí. Encontró el manejo ausente con un Andersen que llegó y lució, y hasta halló fuerza con la lucha del uruguayo de apellido complicado. Tres a uno al Aurich. Pasos que no se detienen. Unión que empuja.

Y quizás eso es ser íntimo, ser unido. Si Aparicio no contenía un ataque, respondía Forsyth. Si Quinteros ya no está para marcar, Beltrán le contagiaba juventud. Si Vidales no creaba, Christian Andersen fue el esperado enganche, y si el problema era gol, la solución fue gol. Aguirre cambió la sequía por una lluvia de gritos, y Guevgeozián peleó cada pelota en cada metro.

Aurich pareció un equipo fulbitero. Habilidoso, pero poco efectivo. Con huachas, pero no goles, y con un solo volante de marca. Con un Merino como arma que solo se disparó por momentos. A los 2’, Ibáñez inquietó a Goyoneche y, a los 6’, el portero visitante mandó al córner el zurdazo del paraguayo Andersen.

Tras ello, Aurich cogió la pelota y tuvo dos chances claras. A los 12’, Viza apiló hasta el aire, pero no pudo con Forsyth. Luego, a los 14’, una triangulación acabó en el increíble disparo desviado de Daniel Arismendi. Una chance más de Ovelar (15’) despertó de su letargo al equipo de ‘Bam Bam’.

A los 19’, un buen tiro libre del ‘Pato’ Quinteros encontró la ‘palomita’ de Carlos Beltrán, que abrió la cuenta. Alianza jugaba bien. Andersen siempre tuvo el pase claro, y Aguirre confirmó su regreso a las portadas con un golazo de volea, a centro de Vidales, a los 32’.

Guevgeozián mereció su gol y estuvo a un tris de celebrarlo, pero su frentazo se fue elevado a los 38’. Merino pudo descontar a los 43’, pero visto estaba que Alianza lucía fortalecido hasta con la suerte.

LA HORA DE LIQUIDAR
El golazo de ‘Maradonita’ Merino a los 50’, llevándose al lateral Serrano y poniendo la pelota en un ángulo, dio paso al silencio. Porque Ovelar (52’ y 58’) pudo empatar, pero Forsyth lo negó.

Hasta que, a los 61’, los refuerzos aliancistas se combinaron para un trago caliente. Andersen la condujo, Guevgeozián remató y Aguirre empujó el rebote. Un gol de un Alianza que antes no existía. La expulsión del ‘Che’ Beltrán (85’) quedó solo la estadística.

Alianza Lima reforzado. Misma fe y color de camiseta, distinta fuerza para hacer las cosas.