Lima ya maneja la Costa Verde, ¿qué ha hecho?

Enrique Castillo,Opina.21
No ha podido con La Herradura, y ahora quiere toda la Costa Verde. No ha podido con un puente en la Costa Verde a la altura de Magdalena, y ahora quiere hacer todas las obras a lo largo de los siete distritos.

No ha sabido cómo enfrentar el problema de las piedras que caen de los acantilados en Miraflores –y más bien quiso “quitar cuerpo”–, y ahora quiere en propiedad todos los acantilados y hasta los malecones de la parte superior de la Costa Verde.

No ha podido hacer que la Autoridad Autónoma de la Costa Verde (AACV) funcione como un gran rector, planificador y coordinador, y ahora quiere ser la dueña de toda la Costa Verde, recortando la jurisdicción de los distritos arriba y abajo.
¿Qué ha hecho que al final del mandato municipal se despierte en la Alcaldesa una voracidad tan grande que ahora quiere adjudicarse en propiedad la Costa Verde completa, con sus acantilados, los malecones y todo?

Lima ya maneja la Costa Verde, lo que pasa es que lo ha hecho muy mal. Ni Luis Castañeda –en sus dos períodos–, y mucho menos Susana Villarán, se preocuparon por nombrar en la AACV a una persona que tuviera la capacidad, la “muñeca” política, y el presupuesto como para hacer un trabajo moderno, bien planificado, en conjunto, y ordenado, que hiciera de la Costa Verde un espacio turístico y para el disfrute de todos los limeños.

Lima ya maneja la Costa Verde a través de la AACV, pero lo que se ha hecho bien en la Costa Verde y en sus malecones –y que ha permitido que ahora ese espacio sea sede de Mistura y de otros eventos, por ejemplo– ha sido gracias al esfuerzo de los propios distritos. Y lo que se ha hecho mal, ha sido por algunas malas autoridades que les tocó a algunos de esos mismos distritos, y también por la incapacidad y el abandono de Lima y de una AACV que existe desde los años 90´pero nadie lo sabe, ni se ha dado cuenta.

P.D. Queremos expresar a la familia de Fritz Du Bois, Director de El Comercio y ex Director de este diario, nuestro profundo pesar por su sorpresiva temprana partida.