01.MAY Miércoles, 2024
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Opinión

La filtración a la prensa del preinforme que la llamada ‘megacomisión’ había redactado sobre el caso de los ‘petroaudios’ constituye una continuidad en la línea de conducta que ciertos parlamentarios o asesores de ese grupo de trabajo han tenido durante toda su labor.

Enrique Castillo,Opina.21
ecastillo@peru21.com

Un sector de la ‘megacomisión’ se ha caracterizado por ser muy poco reservado.

La interrogante que hasta ahora no tiene una respuesta es si estas filtraciones se han hecho por cuenta propia o es que tienen la “luz verde” de Palacio. Pareciera que se trata de lo segundo, porque resulta muy difícil creer que el congresista Sergio Tejada o sus compañeros de bancada que integran la megacomisión –solo ellos y el parlamentario Tubino tenían el preinforme– se animen por cuenta propia a demostrar su independencia frente al diálogo auspiciado por la PCM o a generar un nuevo enfrentamiento con los apristas en este momento sin previa consulta con el Ejecutivo.

Resulta obvio que el presidente de la República, Ollanta Humala, acepta el llamado diálogo pero no lo apoya.

Si recordamos sus referencias a este y sus respuestas sobre su eventual participación, podríamos presumir que el jefe de Estado le aceptó al primer ministro, Juan Jiménez Mayor, sostener las reuniones con los partidos políticos por cuerda separada –¿o es un nuevo cañón en la escopeta?– y sin efecto vinculante, como para justificar la presencia del premier en el gabinete, y para que el primer ministro tenga una tarea a la que pueda dedicarse hasta que la pareja gobernante encuentre a su reemplazo. Total, las reuniones ya han caído en una simple rutina y a muy pocos les interesa lo que allí se está tratando.

En ese escenario, la actitud de la plana mayor del partido nacionalista (léase los Humala) no tendría por qué haber cambiado en relación a sus enemigos del Apra y el fujimorismo, lo que haría suponer que nada (el diálogo) ni nadie (el primer ministro) van a impedir que se siga “disparando” desde cualquier trinchera a los enemigos políticos.


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