Goles y dolores

PARIS.- “Siempre nos quedará París”. La frase de la película Casablanca es parte de la historia del Barcelona. Allí se conquistó la segunda Champions –de las cuatro que tiene el club–, con Ronaldinho al mando. Y allí, también, el ‘Barza’ puede haber dado el gran paso hacia semifinales del actual certamen. Claro que la batalla resultó cara para los dirigidos por Tito Vilanova: Lionel Messi y Javier Mascherano se lesionaron y no estarán en la vuelta, el 10 de abril.

En la Ciudad Luz, en el point de los artistas y bohemios, el empate también se da por bueno más allá de la bronca final: el árbitro dio la mano al local y el duelo de ida por los cuartos de final acabó 2-2.

Aunque el juez no tuvo que ver al principio con el dominio del PSG. Lucas Moura se construyó una casa entre Jordi Alba y Busquets, mientras que Zlatan Ibrahimovic salió con el ‘ojo de tigre’ propio de la venganza. Víctor Valdés, ese que se irá del club a fin de temporada, tuvo que poner el pecho para evitar el primero de los parisinos tras sendos remates del atacante sueco. Antes, a los 5’, Busquets casi comete autogol por impedir que Lavezzi marcara.

Barcelona estaba medio dormido, sin presión al rival ni fuego en ataque. Solo un tiro colocado de Iniesta (17’) metió miedo. Pero el fútbol a veces castiga a los que derrochan las oportunidades. Y si hay una genialidad de por medio, no hay excusa que valga. A los 38’, Dani Alves metió un delicioso pase de revés y Messi se perfiló para el 1-0. Con poco, la visita hacía el gran negocio.

LESIONES SORPRESIVAS
Los quince minutos del entretiempo sirvieron para que Ancelotti replanteara y para que Messi se quedara en la banca debido a una lesion en el bíceps femoral derecho, que lo dejaría fuera tres semanas.

PSG volvió a salir con furia, pero no fue hasta los 70’, cuando ingresó el italiano Marco Verrati por Beckham, que los franceses arreciaron en campo rival. A los 80’, Thiago Silva reventó el poste de cabeza e Ibrahimovic empató en posición adelantada.

A pesar de la lesión de Mascherano (rotura del ligamento lateral de la rodilla que lo ‘borrará’ seis semanas), Barcelona sacó el resto y pareció liquidar todo cuando Alexis Sánchez fue derribado en el área. El penal lo celebró Xavi a los 90’. París era una ciudad que apagaba la luz y que, repentinamente, hablaba catalán. Pero, a los 93’, Ibrahimovic bajó el balon para que Blaise Matuidi metiera el zurdazo que se le escapó a Valdés. Empate final, lesiones de dos jugadores claves, ilusión al fin y al cabo. Después de París, el ‘Barza’ ya mira las ‘semis’.