22.NOV Viernes, 2024
Lima
Última actualización 08:39 pm
Clasificados
Opinión

Carlos Meléndez,Persiana Americana
La Comisión de Justicia del Congreso decidió combinar varios proyectos de ley referidos a los derechos de ciudadanos homosexuales. Solo una “aberración” (modismo de subconscientes medievales en el Parlamento) mezcla iniciativas fundamentadas en visiones del mundo tan polares. La unión solidaria es, sencillamente, una ofensa para quienes buscan un reconocimiento igualitario.

Aunque Humala ha reiterado que “no es el momento para que el jefe de Estado opine antes de que el Congreso debata el tema”, ha desvalorizado el informe del Ministerio de Justicia (a favor del proyecto Bruce) desmembrándolo de “la posición del gobierno”. Asegura, no obstante, que tiene una postura como ciudadano (¿militar?) que prefiere contener. ¿Es pertinente el (im)prudente silencio de Humala? Humala desaprovecha la oportunidad de empinarse como estadista mientras se acomoda como mero administrador de Palacio. La lucha por los derechos fundamentales de minorías discriminadas (mujeres, negros, indígenas) ha sido impulsada históricamente por líderes que cuestionaron el statu quo. La mayoría conservadora del país no debería justificar su falta de liderazgo. En estos asuntos no hay ‘piloto automático’ que valga.

Es posible favorecer la unión civil sin interferir en el balance de poderes. La lógica antifujimorista de las decisiones del nacionalismo podría beneficiar una postura progresista en temas sociales y, de paso, desmovilizar el entrampamiento de la discusión, avizorado en la inercia parlamentaria. Varios presidentes han enmendado posiciones dubitativas (Obama), y se han colocado como vanguardia política (Mujica). Esperemos que el estadista que Ollanta Humala guarda con tanto recelo salga del clóset.


Si te interesó lo que acabas de leer, recuerda que puedes seguir nuestras últimas publicaciones por Facebook, Twitter y puedes suscribirte aquí a nuestro newsletter.