Pamela Rodríguez,Cantautora
Autor: Gonzalo Pajares.
gpajares@peru21.com
Tiene 29 años, tres discos, dos nominaciones al Grammy Latino y una hija. Pamela Rodríguez, gracias a su disco Reconocer, ha sido nominada al Grammy Latino. En esta charla de amigos hablamos de su vida, de su música, de su espíritu libre.
Vives en Venezuela y viajas por el mundo. ¿Qué sientes cuando regresas a Lima?
Guau. Lima es una casa gigante donde me encuentro a la gente que quiero, a mis amigos, a mi familia; pero ya dejé de sufrir, ya asumí que no vivo aquí y que, en verdad, soy una ciudadana del mundo, pues no estoy más de tres semanas en un mismo lugar. Esto me ha llevado a darme cuenta de que el ser humano es uno y que definirse por nacionalidades sobra.
¿Cómo has ido construyendo tu carrera?
Me gustaría decir que todo lo planifiqué, porque sonaría muy decidida y profesional, pero las cosas se me han ido dando. Reconocer, mi último disco, significa un quiebre en mi carrera, en el cual sí tuve mucho corazón y mucha alma, porque significaba para mí un cambio muy importante como creativa, como compositora y como espíritu. Lo hice con un nivel de honestidad muy grande y con una perspectiva más clara de quién era yo como artista y qué era lo que quería decirme y, luego, decirles a los demás.
En efecto, en Reconocer has cambiado de estilo…
Es que mi vida dio tal cantidad de vuelcos, los que me llevaron a ver quién era yo. Reconocer significó verme en un espejo desnuda: como espíritu, como mujer, como madre. Esto no significa que sea una exhibicionista, porque lo que me sucede les debe pasar a otros pues, al fin y al cabo, los seres humanos no somos tan distintos. Yo no tengo miedo a explorarme porque la música me sana, me descubre, hace que me entienda; allí puedo imprimir mi identidad como mujer. Me ha costado mucho ser libre, encontrar un lugar donde sentirme cómoda… y ese lugar es la música.
Ligera Love, el ‘sencillo’ del disco, habla de una mujer libre…
Es un juguetito (habla como niña y hace un puchero). Reconocer es una dualidad. Así como está Ligera Love, también está Cunita de hielo, que les dedico a los niños de Puno castigados por el friaje. Ligera Love fue hecha en homenaje a mi abuela, quien decía que yo era una libertina porque cambiaba de novio cada dos meses (risas). Claro, ella se casó a los 15 años… y con el primer hombre que conoció, no pudo escoger. La canción nació de imaginarla viviendo pasiones y sin pensar en el compromiso.
Tus canciones, entonces, dan testimonio de quién eres…
Yo no escribo un diario, yo escribo canciones. La música es una manera de registrar la vida. Así como tú tienes la necesidad de escribir, yo tengo la necesidad de escribir canciones. Yo como, duermo, vivo y respiro música; es mi manera de vivir. Ahora, no hablo siempre de mí. Sí reconozco una voz femenina en mis creaciones.
Un músico me dijo que él no vivía mucho, que componía escuchando la vida de los demás…
Ah, no lo entiendo (risas). Yo necesito vivir; por favor, el día que no sienta, que no vibre, me muero.
Estás nominada al Grammy Latino…
Pero no necesito un premio para seguir creando. El día que lo necesite dejaré de hacer música. Yo seré artista aunque me encierren en una cárcel. Nací así, pues, qué puedo hacer. Eso sí, tengo claro que los premios ayudan a que la música se escuche; son un complemento, la grúa que empuja el auto.
Pintas, escribes…
Y no me atrevería a decir, a pesar de que he estudiado en un conservatorio y de que toco el piano, que soy músico. Yo soy más una ‘cancionista’: lo que me fascina de una canción es que en ella confluyen letra y música. ¿Te das cuenta? Soy una dualidad, llevo conmigo siempre un espejo (ríe). Soy pura piel, puro instinto, creo que ni siquiera sé multiplicar. Esto no significa que no comprenda la realidad: yo no ‘pienso’ a las personas, yo las ‘siento’. Por eso me dedico al arte, porque soy intuitiva, naturalmente espontánea. Siento que soy un espíritu en búsqueda, alguien insaciable. Si tengo algo racional, debe de ser muy poquito; felizmente, hoy se sabe que existen otras inteligencias (risas).
¿Tu instinto te dijo que crearas Mamacha, tu productora, en plena crisis de la industria de la música?
Las nominaciones al Grammy nos han hecho muy felices a los productores y artistas independientes: nos demuestran que hay espacio para nosotros en esta industria, que nuestros logros son viables, reales. Aunque empecé reinterpretando lo peruano, hoy estoy en el mundo de la música alternativa… y allí quiero quedarme pues he encontrado mi esencia. Por eso siento que Mamacha es un sueño, una ilusión quijotesca que ha adquirido un poco más de sentido con esta nominación. Y quizás por esto, y con la calidad de nuestros artistas, podamos trascender el mercado peruano.
AUTOFICHA
- Ahora trabajo con un mánager. Gracias a él he tocado junto con Jorge Drexler, Bebe, Jarabe de Palo, Hombres G, Kevin Johansen; en España, EE.UU., Venezuela.
- Grabé Reconocer en Nueva York. Su estética y sus letras han sido muy trabajadas, nacieron de muy dentro. Fui valiente al cambiar de estilo.
- Tengo una productora, Mamacha, con la que edité Reconocer, mi disco. Y aunque yo ya fui nominada al Grammy Latino, esta es la primera nominación para Mamacha.
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