En teoría, la vida terrestre se originó en el mar. Es decir, en algún punto de la prehistoria, determinadas especies sufrieron mutaciones que les permitieron adquirir las características físicas necesarias para vivir sobre tierra firme. Según un informe del diario El Mundo, este proceso habría ocurrido hace 360 millones de años y durado unos 10 millones de años. Para corroborar tal hipótesis, científicos del Centro Andaluz de Biología del Desarrollo (España) anunciaron el hallazgo de una evidencia. Se trata del Hoxd13, gen responsable de que las aletas de los peces se transformen en patas. El estudio, realizado con ejemplares de pez cabra, consistió en aumentar artificialmente el número de estos genes, lo cual generó la formación de tejido óseo en forma de dedos y patas.
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