BUENOS AIRES (EFE).– La presidenta argentina, Cristina Fernández, recibió el alta hospitalaria debido a su “favorable evolución postoperatoria” y ya descansa en la residencia oficial de Olivos, aunque deberá guardar 30 días de “reposo absoluto” bajo estricto control médico, según los especialistas que le atienden.
Entre cánticos y aplausos de sus seguidores, la mandataria, de 60 años, abandonó el hospital Favaloro de Buenos Aires donde fue intervenida quirúrgicamente el martes pasado de un hematoma craneal producto de un traumatismo que sufrió en agosto, en circunstancias no aclaradas.
Según el último parte médico, Fernández “continuará con estricto control clínico-cardiológico, neuroquirúrgico y neurológico” por parte de los profesionales que la atienden, entre ellos los de la Unidad Médica Presidencial.
A la mandataria se le retirarán los puntos de sutura en diez días y se le realizará una “neuroimagen de control”.
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