La tendencia indica que no hay que tener 30 o 40 años para montar un negocio propio, ni siquiera hay que tener gran experiencia en empresas ni contar con altas sumas de dinero. Lo cierto es que para crear no solo se requiere motivación, esfuerzo y buenas ideas, sino también conocimientos. En tal sentido, cada vez hay más cursos y talleres que fomentan el espíritu emprendedor de los jóvenes, sobre todo de estudiantes. Tener una base académica es de gran ayuda para saber aprovechar las oportunidades del mercado. Por otro lado, es preciso señalar que está en boga el concepto de ‘startup’, modelo de empresa que a, pesar de ser una inversión de riesgo, apunta a tener grandes resultados. Actualmente, hay concursos y convocatorias para financiar este tipo de iniciativas. Para tener en cuenta.
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