No le bastó torturar a los integrantes de su secta, sacrificar animales y someter sexualmente a cinco mujeres. La inexplicable sumisión que ejercía sobre sus ‘súbditos’ –que incluso lo llamaban ‘Dios’– lo llevó a cometer una atrocidad: el 23 de noviembre último, quemó vivo a un bebé recién nacido por considerarlo el ‘anticristo’. Ramón Castillo Gaete, autor de este horrendo crimen ocurrido en Chile, se encontraría en nuestro país y la Policía peruana ya está tras sus pasos.
Castillo, un profesor de música de 36 años, se autodenominó ‘Antares de la luz’ y se creía la ‘divinidad’ al interior de la ‘secta de autosanación’ que formó en el año 2009, en la localidad de Colliguay, a unos 100 km de Santiago.
Doce personas, todas profesionales y acomodadas, formaban este grupo. Ellos se subordinaron de forma extrema a su líder que los golpeaba con un palo 45 veces por tener “vibraciones positivas bajas”. Al que lloraba, lo volvía a azotar tres veces más.
Según la Policía chilena, el eje del grupo se basaba en el consumo de drogas como la ayahuasca, y en rituales sexuales. Castillo logró que sus seguidores lo mantuvieran económicamente y que las mujeres se entregaran en cuerpo y alma a él.
En estos últimos ritos, las sometía al sexo oral y les hacía tragar su semen, pues –decía– era la única forma de sacar el mal de sus cuerpos.
Además, el demente sujeto profesaba que su comunidad debía evitar el fin del mundo haciendo sacrificios de animales y personas.
Fue así como –al ejercer supremacía sexual– dejó embarazada a una joven de 26 años, identificada como Natalia Guerra Jequier.
Ella es una diseñadora gráfica que integraba la secta. La joven sostuvo relaciones sexuales con Castillo, incluso, con la aprobación de su pareja. Fue encerrada en una casa durante todo su embarazo, debido a que, supuestamente, “gestaba a Lucifer”.
Así, el viernes 23 de noviembre, ocho miembros de la secta –cinco mujeres y tres hombres– participaron en el rito de “sacrificio” del bebé de tres días de nacido. En ese momento todos estaban drogados con ayahuasca. Castillo arrojó al bebé –al que llamaba ‘adefesio’– a una hoguera.
La fuga hacia el Perú se habría producido el 19 de febrero, según autoridades chilenas.
CUATRO DETENIDOS
La Policía de Investigaciones de Chile (PDI) informó que descubrió el crimen porque el niño no había sido inscrito en el Registro Civil, pese a haber nacido el 21 de noviembre en un hospital.
Ante ello, los detectives investigaron a la madre quien finalmente confesó. “Todos sabían que mi hijo tenía que ser asesinado por Castillo y debía ser así. Él era Dios, le debíamos obediencia y humildad”, declaró la parricida ante la Policía.
El crimen ha generado conmoción en Chile. El jueves, cuatro miembros de la secta –incluida la desnaturalizada madre– fueron detenidos.
TRAS SUS PASOS
Ante la información de que el homicida, sobre quien pesa una orden de detención internacional, estaría en Perú, el ministro del Interior, Wilfredo Pedraza, dijo ayer que Inteligencia de la Policía trabaja para ubicarlo. Aclaró que este individuo no ingresó de forma legal.
“La información es que habría ingresado al país. Trabajamos en su captura”, aseguró.
DATOS
– Los detenidos fueron denunciados por el delito de homicidio y filicidio (en el caso de la madre).
– Según expertos, Castillo posee una personalidad “narcisista psicomaligna”, que implica el despliegue de un sadismo del tipo sexual.
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