WASHINGTON (AFP).– El presidente de Siria, Bashar al Assad, aseguró que su país no padece una guerra civil, sino que ha sido atacado por decenas de miles de yihadistas aliados a Al Qaeda.
En una entrevista con la cadena estadounidense Fox, Assad le aconsejó al presidente estadounidense Barack Obama que “escuche el sentido común de su pueblo”.
“Lo que tenemos no es una guerra civil. Lo que tenemos es una guerra. Es un nuevo tipo de guerra”, señaló, alegando que los guerrilleros islamistas de más de 80 países se han sumado a la lucha.
“Sabemos que tenemos decenas de miles de yihadistas, pero nosotros estamos en el terreno, vivimos en este país”, sostuvo, cuestionando el informe de un experto que sugirió que unos 30,000 de los alrededor de 100,000 rebeldes eran de línea dura.
“No tenemos información clara y precisa, pero el 80 o 90% de los terroristas clandestinos son de Al Qaeda y sus retoños”, apuntó el mandatario.
Assad también reiteró que el ataque con gas sarín del 21 de agosto –que dejó al menos 140 muertos en los suburbios de Damasco– había sido obra de los rebeldes, y no de las fuerzas del Gobierno, como acusan Occidente, países árabes y varios grupos independientes defensores de los derechos humanos.
El presidente sirio se comprometió a destruir las armas químicas que posee su régimen. No obstante, advirtió que le llevará un año hacerlo y que necesita al menos 1,000 millones de dólares para eso.
DATO
- Entre 2002 y 2006, Alemania suministró a Siria 130 toneladas de sustancias químicas de doble uso. La canciller alemana Angela Merkel no cree que hayan sido utilizadas para hacer armas.
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