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El año en que se vino abajo la aprobación de Humala

DE MAL EN PEOR. No solo Ollanta Humala la pasó mal. También Toledo y García tuvieron que enfrentar constantes acusaciones e investigaciones. Nadine no quiso quedar fuera de la película.

SOLO. Humala sufrió por falta de transparencia y decisión. (Rafael Cornejo)
SOLO. Humala sufrió por falta de transparencia y decisión. (Rafael Cornejo)

El 2013 fue un año complicado para los líderes políticos, comenzando por el presidente Ollanta Humala, quien, después de haber sido blanco de críticas por un presunto intento de impulsar la “reelección conyugal” y de pelearse con sus opositores, llegó a diciembre con 31% de popularidad, un gabinete parchado, altos índices de criminalidad y envuelto en el mayor escándalo de su gestión con el caso ‘Lópezgate’.

A inicios de noviembre, cuando toda la atención estaba en los exmandatarios Alejandro Toledo y Alan García, se reveló que el exoperador montesinista Óscar López Meneses –quien purgó prisión entre 2003 y 2007– gozaba del ilegal resguardo de 32 agentes de cuatro unidades de élite.

El escándalo fue de tal magnitud que causó el inmediato relevo de cuatro generales de la Policía y la salida de un asesor presidencial, un ministro, un viceministro y del jefe del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas. Los días pasaron y nadie respondió qué había en la casa de Batallón Libres de Trujillo, en Surco, protegida por 18 meses, ni quiénes son los verdaderos socios del exoperador.

Mientras el presidente Humala intentó reducir el hecho a un caso de corrupción policial, la bancada nacionalista accedió –a regañadientes y debido a la presión ciudadana– a formar una comisión especial. Este grupo de trabajo tuvo su primer tropiezo con la reunión secreta entre su presidente, el congresista Víctor Andrés García Belaunde, y el jefe de Estado. Esta cita le costó el cargo al legislador de Acción Popular.

Durante casi todo el año 2013 también representaron un dolor de cabeza para el presidente Humala las constantes denuncias contra Qali Warma, su programa social estrella.

Su entorno familiar tampoco le facilitó las cosas. El gobernante siguió cargando la ‘cruz’ de lo que hacían o decían sus hermanos Ulises, Alexis y Antauro.

SIN CREDIBILIDAD
Si bien el caso López Meneses desvió, temporalmente, la atención del caso Ecoteva, los enredos y contradicciones del expresidente Toledo en esta historia lo dejaron en mala posición, al punto que su desaprobación, según Datum, alcanzó al 84% de los encuestados. Después de los testimonios de diversos personajes, la mayoría de la población – de acuerdo con los últimos sondeos- cree que el ex mandatario estuvo detrás de la compra de la mansión en Las Casuarinas por casi US$4 millones y de una lujosa oficina y tres estacionamientos, en Surco, por cerca de US$900 mil.

La suerte del expresidente Alan García no fue muy distinta. Aunque la ayuda de un perito aprista lo salvó de una denuncia fiscal por enriquecimiento ilícito, la ‘megacomisión’ del Congreso aprobó el informe sobre los ‘narcoindultos’ y recomendó denunciar constitucionalmente al líder aprista. En el Pleno podría ser inhabilitado y quedar fuera de la carrera electoral.

En cuanto al condenado ex presidente Alberto Fujimori, su plan para ser indultado, por razones humanitarias, fracasó el 7 de junio. Ante este revés, cambió de estrategia y de abogado. Su nueva defensa solicitó, sin éxito, que se le diera arresto domiciliario. Su petitorio se complicó cuando utilizó el teléfono del penal y las redes sociales para atacar al Gobierno.

REVOCATORIA
Otro personaje que no olvidará el 2013 es la alcaldesa de Lima, Susana Villarán, quien, por 74,154 votos, se salvó de ser revocada. El proceso, no obstante, implicó la perdida de todo su equipo. Además, la población siguió desaprobando su labor, que se situó en 68% en diciembre; pese a ello, la burgomaestre jugó al misterio y no descartó postular a la reelección en las elecciones de octubre próximo.

RECAMBIO

- El 31 de octubre, Juan Jiménez terminó por irse del Premierato. Su frase reduciendo la inseguridad a un tema de “histeria” acabó por sepultarlo.

- La sorpresa fue el nombramiento de César Villanueva. Analistas creen que tiene buenas intenciones,pero le falta presencia, poder y peso político. Con él, son 44 las personas que se ciñeron el fajín en este Gobierno.


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