Otra víctima del exceso de bótox. La actriz Renée Zellweger, de 44 años, sorprendió a más de uno en su última aparición pública, en la que lució una imagen totalmente distinta, sin arrugas y con los ojos más expresivos que nunca.
De la imagen risueña con la que caracterizó a ‘Bridget Jones’ ya casi no queda nada. Zellweger ya no tiene ojitos achinados y luce poca expresividad en el rostro, lo cual le hace perder naturalidad.
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