El congresista Luis Galarreta estimó que podría ampliarse a más de un año el plazo para que los afiliados al Sistema Privado de Pensiones elijan si quieren seguir con la comisión por flujo o cambiarse a la comisión por saldo de las AFP, cuando el dictamen aprobado por la Comisión de Trabajo sea debatido en el Pleno.
“Cuando se aprobó esta mal llamada reforma de las AFP, no pasó ni por la Comisión de Trabajo y Seguridad Social, que es la inherente a verlo; ni pasó por la de Economía, porque nosotros queríamos evaluar justo todos estos problemas que se han visto después y ellos querían, me refiero al Gobierno, sacarlo rápidamente”, declaró el parlamentario en Canal N.
En ese sentido, el legislador indicó que espera que se incluya en el debate la opción de permitir que en determinado momento el afiliado, sin importar a cuál de las dos comisiones pertenezca, pueda cambiarse al otro sistema si ve que en el que está no le conviene.
“Consideramos que es importante que la gente pueda tener el comportamiento en el tiempo, es decir, yo acá de seis a ocho meses ver cómo funcionó la comisión por saldo, que me puede convenir, y me paso a ella”, dijo.
Galarreta estimó que la iniciativa podría ser discutida la próxima semana, donde espera que los voceros de las bancadas se percaten de “la barbaridad que era encajonar a cinco millones en 60 días”, plazo que había dado originalmente la Superintendencia de Banca y Seguros (SBS) como fecha límite y que se cumplía el 31 de marzo.
“Es un buen paso del Congreso, no debemos voltear ya la página, debemos continuar en ampliar el plazo y modificar el artículo 24, que el propio presidente del Consejo de Ministros (Juan Jiménez) dijo que su bancada lo sacó de cabeza”, sentenció el legislador.
El artículo 24 al que se refiere Galarreta es aquel que obliga a los afiliados que decidieron quedarse en el actual sistema (comisión por sueldo) a realizar el trámite para que no pasen a la comisión mixta (se descontará un porcentaje de su sueldo y otro de su fondo), cuando el sentido común dicta que debe ser al revés, es decir, quien quiere cambiar es quien debe comunicarlo.
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