Un indicador de los costos vinculados al trabajo en Estados Unidos registró en el primer trimestre su mayor caída en cuatro años, aunque la lectura pareció estar distorsionada por un cambio en la compensación de los empleados durante el período previo para evitar un alza de impuestos.
Los costos laborales unitarios bajaron a una tasa anual de un 4.3% durante el período, mostraron hoy lecturas revisadas del Departamento del Trabajo.
El Gobierno había estimado inicialmente un avance de un 0.5% y la revisión a la baja se contrapuso a las expectativas de los analistas, que estimaban que la lectura se mantendría sin cambios.
Sin embargo, el Gobierno revisó fuertemente al alza sus estimaciones para la compensación de los empleados durante el cuarto trimestre tras incorporar nuevas fuentes de datos.
Eso llevó las lecturas más en línea con otros indicadores de salarios que han sugerido que los empleadores elevaron la compensación para su personal en el cuarto trimestre, de modo que los empleados pagaran impuestos sobre esos ingresos a la tasa impositiva del 2012. Washington elevó la tasa tributaria en enero de este año.
Aún así, las cifras muestran presiones inflacionarias mínimas. Los costos laborales unitarios subieron un 1.1% en el año hasta el primer trimestre.
Eso sugiere que la Reserva Federal estadounidense tiene bastante espacio para mantener las tasas de interés bajas, aunque señales más enérgicas de creación de empleos han impulsado las expectativas de que la Fed pueda comenzar a reducir sus estímulos monetarios este año.
El informe del miércoles también mostró que la productividad de las empresas de Estados Unidos subió modestamente en el primer trimestre, a una tasa anual revisada de un 0,5 por ciento.
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