El presidente estadounidense Barack Obama retoma hoy las complicadas negociaciones para alcanzar, a última hora, un acuerdo con los republicanos que evite el temido ‘abismo fiscal’, que implicaría desde el 1 de enero un alza generalizada de impuestos y recortes automáticos del gasto público.
Además, Estados Unidos tocará el 31 de diciembre el tope de su deuda y, según adelantó el secretario del Tesoro del país, Timothy Geithner, adoptará “medidas excepcionales” para evitar un default.
“El Departamento del Tesoro tomará a la brevedad medidas excepcionales autorizadas por la ley (…) sin las cuales Estados Unidos será abocado a una moratoria de sus obligaciones”, agregó Geithner en una carta al líder de la mayoría del Senado Harry Reid (demócrata) divulgada en la jornada.
Estas medidas extraordinarias aportan US$200,000 millones, que se supone que otorgan dos meses de márgen para la administración, precisó Geithner.
Pero el 1 de enero también expiran las reducciones de impuestos para todos los contribuyentes, heredadas de la presidencia de George W. Bush, que los republicanos pretenden renovar.
Sin embargo, Obama aspira a excluir de esas reducciones a los estadounidenses con ingresos superiores a US$400,000 por año, tras haber abandonado durante las negociaciones su base de US$250,000.
Según los términos del acuerdo alcanzado por los representantes demócratas y republicanos a principios de agosto de 2011, el techo de la deuda de Estados Unidos quedó fijado en US$16,394 billones.
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