‘Rosa Chumbe’, una película de fe

Una noche Jonatan Relayze viajaba en un micro de regreso a su casa, cuando subió una señora gruesa que tenía aliento a alcohol y paquetes. Se sentó al fondo y se empezaba a dormir, pero cuando la ruta pasó por una iglesia, ella se paró rápidamente a persignarse. Jonatan se grabó esta escena como una postal realista que conjuga fe y alcoholismo y entonces pensó que en algún momento debía contar esa historia. Se convirtió en su primera película.

En el 2012 comenzó a rodar el filme que ahora se llama ‘Rosa Chumbe’ —al inicio se llamaba ‘Etransrosa’, nombre de una empresa de transporte—, luego de cinco años de escritura del guion, 11 versiones y 5 postulaciones a la Dirección de Industrias Culturales (Dicine) del Ministerio de Cultura para obtener el financiamiento para el rodaje. Finalmente, el guion conquistó Dicine ese año y entonces se empezó a materializar la postal limeña de Jonatan. Porque Lima es fe y también lucha y también es el Señor de los Milagros, como él dice.

“Es mi primer largometraje. Estos ocho años, desde que comencé a escribir el guion, han sido un aprendizaje en todas las etapas”, cuenta.

EL CO-GUIONISTA
A mediados del 2008, conoció a Cristopher Vásquez —escritor, publicista y creador de la competencia de improvisación literaria ‘Lucha Libro’— y, ya con una primera versión de la historia, comenzaron a ajustar el guion a dos mentes y cuatro manos.

Una vez, recuerdan, empapelaron toda la pared de una de las habitaciones del departamento de Jonatan con partes del guion para completar ideas y mejorarlo.
Hacer una película enteramente peruana en el Perú, sin ninguna coproducción extranjera y manteniendo el proyecto independiente iba a ser un proceso lleno de obstáculos y eso siempre lo tuvieron claro.

Grabar la procesión del Señor de los Milagros, imagen crucial de la película, fue un reto que duró cuatro días y que lograron realizar, finalmente, con éxito.

El cásting para los actores fue una historia aparte. El ‘Gordo’ Casaretto aceptó el guion de inmediato, pero Liliana Trujillo, la protagonista, se negó al comienzo. Jonatan y Cristopher, convencidos de que era ella la única que podía ser Rosa Chumbe, la persiguieron hasta el rodaje de una miniserie en la que ella trabajaba en ese momento y le rogaron que acepte, que confíe en ellos. Liliana, al cabo de unos días de silencio, aceptó el papel protagónico como un acto de fe, igual al de ellos al confiar en que lo haría y en continuar con su película. “Lili terminó enamorada de su personaje de mujer policía”, cuenta Jonatan.

Diana Hidalgo (diana.hidalgo@peru21.com)