La rencilla entre Chile y Perú por el pisco continúa. La legislación chilena prohíbe que el pisco peruano entre a su país bajo ese nombre. Por eso, de cara al Concurso Mundial de Bruselas, a desarrollarse del 23 al 25 de agosto, los productores de pisco peruano que quieran participar en el certamen, que esta vez se realizará en Chile, deberán inscribirse como ‘aguardiente del Perú’. Esto ha indignado a los productores peruanos.
Como explicó Manuel Cadenas a Perú21 el conflicto se remonta a muchos años atrás. En el Perú, como se sabe, el pisco peruano nació en la ciudad que lleva su mismo nombre: Pisco (Ica y sus alrededores). Allí comenzó a distribuirse desde finales del siglo XVI, según lo registró el historiador peruano Lorenzo Huerta Vallejos, en una de sus publicaciones.
Pero la denominación de origen se estableció a través de un decreto supremo en 1991. Se destacaron como zonas de producción las ciudades de Lima, Ica Arequipa, Moquegua y los valles de Locumba, Sama, y Caplina, en el departamento de Tacna.
Posición chilena: ambos tienen derechos a llamarse pisco
En Chile, el pisco se reconoció de origen en 1931 en el Diario Oficial de ese país y en 1936 se delimitó su producción a las regiones de Atacama y Coquimbo, en una ciudad formada entre dos pueblos (La Unión y antes La Greda), a la cual se le denominó ‘Pisco Elqui’.
En ese sentido, la postura de Chile en el litigio con Perú no niega que el producto se haya fabricado primero en el Perú.
Lo que sí afirman es que esta denominación haya servido para designar el aguardiente de uvas producido en ambos países desde la época colonial, tal como explica Manuel Cadenas , quien refirió que “la posición chilena es que ambos tienen derecho de usar el nombre pisco”.
¿Quién dice que el pisco es chileno?
El historiador argentino Pablo Lacoste generó polémica cuando publicó el libro ‘El pisco nació en Chile’.
Precisamente este investigador, según consigna el portal La Yema del Gusto, figura en las menciones de la página oficial del concurso de este año como anfitrión de las delegaciones invitadas.
Según sostiene Lacoste en su libro de 435 páginas, una de sus evidencias fundamentales de que el pisco es chileno es un testamento de 1733 de una hacienda que decía “botijas de pisco”. La interpretación del autor es que se denominaba así al producto chileno.
Luego señala que el nombre ‘pisco’ se usaba para denominar a esta bebida, en Chile desde 1764, según una Guía de Aduana de ese mismo año.
En respuesta a este libro, surgieron dos publicaciones peruanas ‘La discusión ridícula’ de Eduardo Dargent y un artículo ‘El pisco no nació en Chile’ de Gonzalo Gutiérrez.
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Esta fue la respuesta de Johnny Schuler por la polémica del pisco peruano en Chile [Entrevista] https://t.co/btK2C4iD8D pic.twitter.com/XZ0JrhlBZc
— Diario Perú21 (@peru21noticias) 26 de mayo de 2017
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