Perú es el primer país latinoamericano y el séptimo del mundo que más redujo la mortalidad infantil en menores de cinco años entre 1990 y 2011, al rebajarla en un 76%, según indicó hoy el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef).
El representante de Unicef en Perú, Paul Martin, y un equipo de especialistas en la materia revelaron estos datos durante un coloquio celebrado en Lima junto a la Mesa de Concertación para la Lucha contra la Pobreza (MCLCP).
En 1990, Perú tenía la cuarta tasa más alta de mortalidad infantil en el mundo, con 75 decesos por cada mil nacimientos, mientras que en 2011 se situó en 18 muertes por cada mil alumbramientos, la undécima de Latinoamérica.
Según los expertos, la reducción se produjo por las mejoras en los servicios de salud de las zonas rurales, el control de las infecciones respiratorias agudas (IRAS) y de las enfermedades diarreicas agudas (EDAS).
También contribuyeron la promoción de la lactancia materna, de la vacunación, la educación de la mujer y la atención adecuada del parto en los centros de salud.
Sin embargo, nuestro país todavía registró en 2011 la muerte de 11,000 niños menores de cinco años, de las que 5,000 fueron de bebés menores de un mes.
Así, el 46% de dichas muertes se produjo en el periodo neonatal, comprendido en el primer mes de vida del niño, el 10% fue por neumonía, el 4% por diarreas, el 9% por lesiones o accidentes, que incluyen violencia, y el 1% por Sida.
La tasa más alta de mortandad infantil en Perú se registra en la región de Puno, donde entre 2010 y 2011 murieron 52 de cada mil nacimientos, mientras que la más baja se sitúa en Tacna, con 10 muertes por cada mil nacimientos.
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